Revista Salud y Bienestar
“EL DÉFICIT DE ATENCIÓN SIN FÁRMACOS. Una guía para padres y docentes” de GLADYS VERACOECHEA TROCONIS
Por Rosinauriarte“EL DÉFICIT DE ATENCIÓN SIN FÁRMACOS. Una guía para padres y docentes” de GLADYS VERACOECHEA TROCONIS
Editado por Psimática
Si ya era buena la primera versión del libro “El déficit de atención sin fármacos”, mucho mejor es esta nueva edición revisada y ampliada. Gladys Veracoechea nos ofrece una visión actualizada y “humana” de cómo entender y trabajar este trastorno, que cada día es más común entre nuestros hijos y alumnos.
Este libro nos hace reflexionar sobre muchos aspectos de lo cotidiano en el TDA-H. Situaciones con las que convivimos a diario en casa y en el aula, a veces cuestiones que no nos hemos siquiera planteado. El hecho de ser conscientes de las mismas puede suponer una importante diferencia para que estos niños salgan adelante en las mejores condiciones posibles.
Es un documento imprescindible para los padres, pues necesitamos conocer bien el problema con el que nos enfrentamos y cómo manejarlo. Pero a muchos nos preocupa especialmente el desconocimiento que existe sobre el TDA-H entre los profesionales docentes que trabajan con nuestros hijos. Demasiado frecuentemente, este desconocimiento y la incomprensión por parte de los profesores suponen una barrera adicional a las muchas que impiden que estos chicos tengan las oportunidades que se merecen para llegar a conocer lo que es un mínimo de éxito en su vida escolar.
La situación es realmente grave si tenemos en cuenta que en cada aula hay un niño hiperactivo de media y otros tres o cuatro niños con problemas de atención. Esto hace que sea imperante la necesidad de formación e información por parte del profesorado. Y ya que, lamentablemente no se nos prepara en las universidades para enfrentarnos a estas dificultades en nuestra labor docente, nos queda la opción de informarnos sobre el TDA-H como única vía para poder afrontarlo dentro de nuestras posibilidades.
El libro “El déficit de atención sin fármacos” es una gran herramienta para obtener esta información. Se dirige al lector en un lenguaje claro, sencillo y directo. Está muy documentado con gran cantidad de estudios que avalan la opinión de la autora y que muchas otras personas compartimos.
Incluye consejos prácticos útiles enfocados a ser aplicados en el hogar y en el aula para ayudar a los niños con TDA-H a aprender a organizarse, a controlar su conducta, a planificar sus tareas, a relacionarse mejor con sus compañeros…
Frente a la medicación se nos plantean otras opciones no encaminadas a enmascarar los síntomas durante unas horas, sino a mejorar la vida del niño de una forma definitiva y natural, sin ningún tipo de efectos secundarios negativos.
Me gustaría resaltar una idea que refleja Gladys en su obra y con la cual estoy totalmente de acuerdo: todos los niños son diferentes, dejemos de poner unas mismas siglas a un porcentaje tan grande de ellos y a darles una misma medicación como única solución paliativa. Los diagnósticos acompañan a los niños a lo largo de toda su vida escolar, negándoles la oportunidad de que los demás les vean con otras lentes que no lean constantemente las siglas “TDA-H”. Si en lugar de centrarnos en el diagnóstico, lo hacemos en los niños y sus características propias, si trabajamos éstas y buscamos cómo solucionar sus dificultades concretas, los diagnósticos dejarán de tener validez y los niños serán sólo eso: niños. Cada uno con su nombre, sin siglas que los marquen y los clasifiquen “para siempre”.
Hay muchas formas de trabajar con los niños con dificultades en su atención, la sociedad debe conocerlas para poder permitir a estos niños avanzar y crecer.
La autora lo explica así: “A medida que estudio más el TDA, le resto más importancia a los diagnósticos tipo etiquetaje. Lo valioso de un diagnóstico es que sea realmente descriptivo del funcionamiento de la personalidad y además que sea útil para establecer los tratamientos adecuados. Cada vez creo más en la necesidad de trabajar con los niños estudiando muy bien su sintomatología (aquellas conductas que pudieran ser indicadores de que algo no está funcionando bienen sus procesos de desarrollo, tanto atencional como emocional), buscar el origen de la misma y trabajar conjuntamente con padres y docentes para lograr que ese niño se integre mejor, se desarrolle adecuadamente y sea más feliz.”
Rosina Uriarte