El dejà vu de George Orwell.

Las peligrosas curvas de Mata Hari, han sido sustituidas por los más sofisticados avances cybernéticos en I+D+i, y si bajo las sábanas los secretos de desvanecen, bajo el manto de la nueva tecnologia poco o nada parece escapar a sus tentáculos, lo cual nos lleva a la imperiosa necesidad de vigilar al vigilante, problema existencialista similar al del huevo y la gallina.

¿ Existe algún iluso que pueda llegar a pensar que un organismo como la NSA, disponiendo de los medios más sofisticados para indagar a voluntad, se autoponga límites?.Parece claro que este no es el caso y que el propio Obama sin ningún género de duda razonable, será también objeto de seguimiento por los suyos.

Eso nos llevaria a un debate colateral acerca de quien detenta realmente el poder, tema de un apasionante análisis sociológico objeto de otro post.

Cada dia que pasa de este culebrón, parece más claro y manifiesto que el denostado Snowden, peligro público nº 1 en USA, se va transformando en un benefactor de la sociedad, ya que la información que va dosificando se convierte en un toque de alerta a todos aquellos paises, por lo visto la mayoria, que dormian en el sueño de los justos confiados en el amigo americano, en su papel de policia del mundo.

Y es que, como el propio Orwell acuñó: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».

Los estadounidenses se defienden apelando a que sus prácticas son absolutamente imprescindibles para erradicar y proteger del terrorismo global, no solo a ellos mismos sino a los paises espiados y por si fuera poco, prepotencia típica made in USA, que no van a cejar en sus prácticas, simplemente variar en su modus operandi.

O expresado en otros términos, como Snowden dió la voz de aviso, recurriremos a otro tipo de prácticas y ya nos encargaremos, por la cuenta que nos trae, de no volver a tener filtraciones.

En todo este asunto hay cuando menos un tema inquietante; Merkel de ser cierta su máxima indignación por las escuchas de que ha sido objeto, tiene ahora una oportunidad de oro de desquitarse citando al exfuncionario de la Ciª a declarar al Bundestag y de paso concederle asilo político. No hacerlo, significaria que lo que nos cuentan no es acorde con la realidad.

La disculpa del 11S trajo como una de sus nefastas consecuencias la ley Patriot Act, a través de la cual se ponia al pueblo americano ante la falaz disyuntiva de escoger entre sus derechos constitucionales, en forma de restringir libertades fundamentales o la seguridad nacional.A partir de ese momento, la NSA, tuvo carta libre para escuchar y espiar a cualquier ciudadano sin apenas limitación alguna.

Este modelo pretende ahora exportarlo al resto de paises del orbe, siempre bajo el sacrosanto argumento del terrorismo, que les reporta pingües beneficios. Pero no nos rasguemos las vestiduras, las escuchas representan solo una mínima parte de su capacidad para ir haciendo amigos por el mundo. Las manipulaciones encubiertas de la Ciª, el control del sistema financiero internacional, la presión ejercida en muy diversas direcciones desde sus embajadas y el obsceno episodio de los drones, son solo algunos ejemplos de su ilimitada capacidad de extorsión.

Todo esto deberia de abrirnos los ojos, tal y como nos ocurre a los particulares, sobre la conveniencia de saber escoger a nuestras amistades, ya que poco o nada se puede esperar de quien, con peregrinos argumentos, haciéndose pasar por amigo y vecino, aprovecha esa condición de confianza para adentrarse hasta la cocina sin tú permiso.

Si George Orwell levantara la cabeza, se veria obligado a resetear su 1984.