Revista Cultura y Ocio
A estas alturas de la película, y a pesar de la versión mediática occidental, muchos de nosotros, bueno quizás no demasiados, asistimos "atónitos", a la par que preocupados, al reparto de los campos petrolíferos en Libia entre Estados Unidos y sus socios. Y es que todo lo que no consiguieron en los campos petroleros en Irak, que se entregaron a rusos, chinos y malasios, lo exigen ahora.
Si lo desean pueden ampliar información en este artículo. Al parecer Francia y Alemania, al igual que Italia, se están dando prisa en presionar al recientemente legitimado Consejo Nacional Libio (CNT) para obtener suculentos acuerdos que les permitan fastuosos beneficios. Así es la cosa.
Como dice Pepe Escobar, en un artículo publicado en la Red Voltaire: "el capitalismo siniestro cae en picado sobre Libia".
Para conseguirlo, como en tantas otras ocasiones, y al amparo de una vergonzante resolución adpotada por la ONU el pasado 17 de marzo, la OTAN interviene en Libia, saltándose el principio de soberanía y libre determinación de los puebos, y en aras del "derecho a proteger" a la población civil, y en defensa de los derechos humanos que, como todo el mundo sabe, tanto interesan a la OTAN, a Estados Unidos y al resto de sus aliados.
Ejemplos de injerencia de los Estados Unidos en asuntos internos de países soberanos hay muchos. Recordemos el asesinato de Osama Bin Laden en mayo pasado y como en virtud de acabar con el "enemigo number one", se violó la soberanía de Pakistán. Tan sólo un ejemplo.
Hay que reconocer que el montaje ha sido espectacular. Primero alegan que un grupo, en este caso los famosos rebeldes, armados por cierto por la propia OTAN, están siendo atacados por un dictador que hace bien poco era buen amigo de Occidente. Se consigue una resolución ambigua e inconcreta del Consejo de Seguridad de la ONU y comienza la patraña monumental con ayuda de los medios de comunicación internacionales.
Por cierto, como señala Estella Calloni, llamar “rebeldes” a grupos de mercenarios manejados por la CIA y sus asociados, es faltar el respeto a los rebeldes reales que luchan en el mundo por su liberación. Esos "rebeldes" armados hasta los huesos, eran la pieza necesaria para justificar la injerencia de los países occidentales y en ningún momento respondió a la defensa del pueblo libio que, estaría bien recordar, apoyaban mayoritariamente al dictador Gadafi.
Podemos seguir creyéndonos una vez más las patrañas que nos cuentan las versiones oficiales o podemos buscar otras miradas para al menos comparar dichas versiones.
Yo les confieso que me pongo a temblar cuando leo que Estados Unidos y sus socios han tenido una "ataque de solidaridad y de humanidad" y quieren proteger a civiles de algún país, generalmente rico en materias primas, dicho sea de paso.
Menos mal que en España no tenemos petróleo. Bueno a cambio tenemos cerca a Merkel y a Sarkozy. Ya se encargan ellos de "protegernos".