Revista En Femenino

El desafío de trabajar en la actualidad. Respetando espacios.

Por Mamá Golondrina Yolanda Fortes @MamaGolondrina

Mucho han cambiado los puestos de trabajo desde la Revolución Industrial, tanto que pasamos de trabajar en cadena a promover el trabajo en el que la realización sea plena y satisfactoria. Y, aunque suena a utopía, nada volverá a ser como antes por lo que, de nada nos vale estar constantemente añorando lo que fue o lo que pudo ser.

En el día a día de nuestra realidad es en donde tenemos que vivir, desarrollarnos y trabajar porque no se trata de desear volver al pasado sino vivir en la aceptación de lo que es y reeducarnos para salir adelante.

¿Cómo respetar esta actualidad laboral?

De tres modos:

1.- Respetando tus espacios.

2.- Respetando tu intimidad y familia.

3.- Respetando tus diferencias y las de los demás.

Esta semana, hablaremos de Respetar Nuestros Espacios porque considero que es algo imprescindible para evitar la frustración y el desánimo. Es muy importante tener tiempo para nosotras mismas, para hacer lo que nos gusta, nos divierte o, simplemente, para no hacer nada.

Es curioso como buscamos qué hacer sin sentido y, de repente, echamos de menos el silencio, el descanso o la desconexión. Todo ello podemos lograrlo, empezando por 1 minuto al día, por ejemplo, la primera semana. E ir aumentando progresivamente. No nos contará mucho y lograremos disfrutar de ese tiempo.

Buscamos “la” plenitud fuera aunque sentirnos plenas es más que compartir y demandar compras, necesidades y atenciones. La plenitud es disfrute personal puro y duro que nos lleva a un bienestar y, por lo tanto, a un enriquecimiento emocional lo que nos generará mejor actitud para la búsqueda de empleo, para el desarrollo de proyectos o para sobrellevar el trabajo actual al que nos sentimos atadas.

Lograr nuestro espacio requiere pasos, con trabajo o sin él, necesitamos dar pasos… uno detrás de otro… pequeños pero firmes… avanzar como hormiguitas previsoras que no se rinden nunca, truena o haga sol. Si damos pasito tras pasito, logramos continuidad en nuestras acciones pero desconocemos que eso puede ser así.

Nos hemos acostumbrado a conseguirlo todo ya, de modo muy inmediato y eso ha generado que perdamos nuestra paciencia innata, dejando de escuchar a nuestro entorno más inmediato y olvidando nuestra naturaleza propia.

Si deseas tener y disfrutar de tus espacios, es imprescindible:

* Aprovechar el tiempo de un modo eficaz. Y da igual que sea tiempo de trabajo, como tiempo de ocio, como tiempo de sueño… hablo del tiempo en general, de nuestro tiempo, de nuestras 24 horas que son para todos los humanos las mismas.

* Aumentar los niveles de responsabilidad para que nuestros pensamientos no se conviertan en mentirijillas autojustificadoras. Por ejemplo: cuando ahorre, cambiaré de trabajo, o cuando termine de pagar “esto y lo otro”, o cuando haga tal curso y consiga tal título.

* Las circunstancias que tenemos no son la clave de la felicidad sino nuestra responsabilidad ante la gestión de esas circunstancias que nos rodean.

* Seguir generando aprendizaje y no dar por hecho que lo sabemos todo o no estamos en edad de volver a “aprender”. Los pasos pueden ser pequeños pero es muy importante que sean pasos conscientes, es decir, reconocer qué conocimientos tenemos pero también que carencias podemos (re)descubrir y esforzarnos por mejorarlas.

* Dejar de quejarnos de una vez. Es cierto que no somos responsables del “mal estar” que genera la situación mundial de crisis, abusos de poder, políticos corruptos, etc, pero sí somos responsables de permanecer en la queja, desde casa y a escondidas.  En nuestra mano está generar nuevas emociones para recuperar la ausencia de felicidad o dejar atrás ese estado de apatía que nos domina y nos sigue manteniendo en la “conformidad”.

Si empiezas a  dar pasos, por muy pequeños que sean, entonces tendrás en tu poder la fórmula magistral del cambio y de la mejora.

Siente en tu interior que eres capaz de descansar, de dedicarte unos minutos todos los días, de coger un papel y un lápiz para escribir qué cambios mejorarán tu vida para que los sentimientos de frustración empiecen a dar la vuelta  y se conviertan en herramientas de autoeficacia.

No te sientas ridícula por dar pasos minúsculos!

Más bien, siéntete orgullosa de saber que, a fin de mes, serán 30 pasos más los que tendrás sobre tus piernas, y a fin de año, 365 pasos más de recorrido.

piernas


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