El desastre español

Una parte del discurso de investidura de Mariano Rajoy debió inspirarse en la encuesta que acaba de presentar el Instituto Gallup según la cual los países europeos más endeudados son los que presentan mayores dificultades a la creación de empresas, incluyendo los pequeños negocios.

La mayoría de los habitantes de 16 países de la UE investigados, entre ellos España, creen que a mayores dificultades a las empresas, más deuda exterior y mayor pobreza porque los impedimentos burocráticos y su corrupción inherente les restan productividad.

Fijémonos en los países donde es fácil o difícil crear empresas, su relación con la deuda y la existencia o no de esa corrupción.

El 88 por ciento de los suecos, el 79 de los finlandeses y el 76 de los luxemburgueses dice que es fácil culminar cualquier iniciativa empresarial en sus respectivos países que, a la vez, son los menos endeudados y menos corruptos de los 16 analizados.

Al contrario, el 85 por ciento de los griegos, el 74 de los españoles, y el 73 de los italianos asegura que es muy difícil crear nuevos negocios en sus países.

Es en ellos donde se muestra la falta de confianza de los mercados de la deuda, y no por su volumen, sino porque no creen que puedan salir adelante airosamente con sus trabas a los creadores de riqueza.

Las dificultades se agravan con una corrupción connatural: mientras a menos burocracia menos putrefacción moral, cuando un expediente debe pasar por muchas manos suelen aparecer burócratas dispuestos a venderse para acelerar el proceso o retrasarlo si no se les gratifica.

En España hay varias administraciones y numerosos burócratas por cada expediente, el nudo gordiano que Rajoy debería atreverse a cortar, aunque entrelazada tenga una parte de su electorado.

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SALAS