Revista Espiritualidad

El descontrol del control

Por Ritacoach @ritatonecoach

El Descontrol del ControlEL IDIOTA

Se cuenta que en una ciudad del interior, un grupo de personas se divertía con un idiota de la aldea. Un pobre infeliz, de poca inteligencia, que vivía de pequeños trabajos y limosnas. Diariamente, ellos llamaban al idiota al bar, donde se reunían y le ofrecían elegir entre dos monedas: una grande de 400 reales y otra menor, de 2000 reales. Él siempre escogía la mayor y menos valiosa, lo que era motivo de risas para todos.
Cierto día, uno de los miembros del grupo lo llamó y le preguntó si todavía no había percibido que la moneda mayor valía menos, bastante menos.
-Lo sé, respondió – el idiota- no soy tan bobo. Ella vale cinco veces menos, pero el día que elija la otra, el jueguito acaba y no voy a ganar más mi moneda.

     Se pueden sacar varias conclusiones de esta pequeña historia.
1) Quién parece idiota, no siempre lo es.
2) Cuáles eran los verdaderos idiotas de la historia?

     Pero, para mí, la conclusión más interesante es:
     Podemos estar bien, aún cuando los otros no tengan una buena opinión sobre nosotros. Por lo tanto, lo que importa no es lo que piensan los demás sino lo que pensamos nosotros de nosotros mismos.

“El mayor placer de un hombre inteligente es aparentar ser idiota, delante de un idiota que aparenta ser inteligente”.

     ¿Te cuesta no depender del juicio ajeno?
     Si respondés que no, ¿Podrías visualizarte en una situación que juzgues “transgresora” o “ridícula” y seguir declarando que no dependés de lo que digan los otros al verte?
     ¿Te duelen las opiniones de los demás?
     ¿Para qué las hacés importantes?
     ¿Cuál es tu nivel de seguridad en vos mismo? ¿De 1 a 10, qué puntaje te pondrías al respecto?
     ¿Podés centrarte en tu eje personal y mantenerte allí al “elegir tus monedas”?

“El poder es sostenerte fuertemente en tu propio centro y vivir desde tu corazón.” Sark.

     Sostengo que al pretender controlar, lo único que estamos creando es un conflicto de relaciones. ¿Qué abarca esta pretensión? Lo que los demás dicen, hacen, sus emociones, sus decisiones, etc., etc. Y como esto puede sufrirlo -sí, sufrirlo, (tanto el que controla como el controlado)-, cualquier persona, también podemos ser blanco de ese control. Esto lleva al DESCONTROL DEL CONTROL. Para que quede claro, el descontrol que es consecuencia de ejercer el control. Cuando nos focalizamos en controlar al otro, lo que pretendemos controlar termina controlándonos a nosotros. Este tema del control es muy importante y a tener en cuenta ya que no sólo afecta nuestros vínculos personales o cercanos, sino los sociales y empresariales.

“Si realmente quiero mejorar la situación, puedo trabajar en lo único sobre lo que tengo control: yo mismo.” Stephen Covey

     Una vez que tomamos conciencia de que esto “nos” pasa… ¿Qué podríamos hacer?
     Dependerá de si somos el que controla o el que es controlado. Recordá por favor, que esta forma de relacionarnos provoca daño en cualquiera de las dos situaciones.
     Cuando intentamos controlar, lo hacemos desde la inseguridad, el miedo, la falta de autoestima, la imposibilidad de la aceptación del otro tal cual es, la desconfianza…Y muchas veces, nos gustaría poder revertir nuestra conducta y no encontramos un parámetro que nos guíe.
     Considero de gran efectividad, la herramienta que nos ofrece Stephen Covey que se puede ver reflejada en este sencillo esquema: Círculo de influencia y Círculo de preocupación.El Descontrol del Control

CÍRCULO DE INFLUENCIA: Es aquel en el cual podemos ejercer nuestro control porque las acciones que decidamos realizar dependen exclusivamente de nosotros, es donde reconocemos nuestra responsabilidad de hacer que las cosas sucedan, y donde podemos cambiar lo que no queremos porque en ese espacio no interviene nadie más.

CÍRCULO DE PREOCUPACIÓN: Es donde el ejercicio de nuestro control genera reacciones y lazos insanos porque las cosas dependen, no sólo de nosotros sino también de los demás, y allí no podemos intervenir para generar cambios.
“No podemos controlar el viento, pero sí podemos orientar las velas.”

     ¿Y qué nos pasa cuando en vez de estar en el lugar del que pretende controlar, nos encontramos en el del controlado?
     Las personas vivimos en nuestras propias interpretaciones. Las interpretaciones son sólo eso, formas de interpretar y como no son ni verdaderas ni falsas, la buena noticia es que PODEMOS CAMBIARLAS para sentirnos bien.
     Te doy un ejemplo: la lluvia. La lluvia puede ser causa del festejo de un agricultor, de la tristeza de un melancólico, del fastidio de alguien vestido con su mejor ropa, etc.
     ¿Quien tiene razón? ¿Quién tiene la verdad? Ninguno!!! Entonces…
     Ni la lluvia, ni el sol, ni una película, ni un libro, ni una persona, tienen el poder de hacer que vos te sientas bien o mal. Sentirte bien dependerá de tu interpretación y esa interpretación está dentro de tu círculo de control, por ende, la podés cambiar.
     Las emociones nos atrapan, no podemos evitarlas. Lo que sí podemos elegir es, luego de atravesar el quiebre, un estado de ánimo que nos abra espacios de posibilidades.

“Nadie puede herirte sin tu consentimiento.” Eleanor Roosevelt

“Si alguien puede hacerte reaccionar, te está controlando. Sólo te pueden controlar si lo permites”. John Roger

“Las personas controladoras no intentan meterse en tu yo, pretenden vivir en él”. Thomas Morán

     Podés elegir tener el poder o ser la víctima. Cuando elegís el poder personal, lográs el autocontrol, cuando elegís ser la víctima -además de que también es una posición que se presta para intentar controlar desde la figura del “pobre de mí”- estás poniendo el poder en tus circunstancias externas.

“Súfranse todas las cosas con suavidad de ánimo, siendo más humana acción reírnos de la vida que llorarla.” Séneca

“Antes de aprender a meditar, tienes que aprender a no dar portazos”. Monje budista.

Por el placer de compartir.

Tus palabras nos enriquecen a todos. Te invito a compartirlas con un comentario. ¿Cuál es tu interpretación del controlar y ser controlado? ¡Gracias por pasar por aquí!


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