Revista Opinión

El descontrolador aéreo

Publicado el 20 julio 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

Estos chicos de alto copete, cuya actividad es “la más importante del mundo” –eso creen ellos— se ven abocados a una enfermedad muy dada en estos tiempos: el estrés.

Sí señores, esta buena gente, que manda en el reino de los cielos, está asfixiada por el duro trabajo. Y además les han bajado el sueldo. Los pobres controladores ya no ganan de media 340.000 euros anuales sino 250.000, y claro hay que entender que con eso no se pueden comprar ni pipas. No me extraña que hayan caído en una depresión colectiva y profunda que afecta a más de un tercio del colectivo. Cobran solamente tres veces lo que un cirujano en la seguridad social, una miseria.

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Ellos dicen que el estrés les viene por las horas de trabajo, y no, no puede ser porque ahora trabajan las mismas horas pero sin cobrar tantas extraordinarias. Un total de 1750 horas anuales. El promedio de horas de los trabajadores en general es de 1850. Así es que no debe ser por la cantidad de trabajo, sino por “lo poco” que cobran.

Y es que es lo de siempre, nadie se pone en el lugar del rico. Estos muchachos tienen unos compromisos que no pueden dejar, y que con los sueldos recortados apenas pueden mantener. A ver si se va a creer la gente normal que un chalet en la Moraleja es barato, luego está el hotelito en Sotogrande, y el Mercedes 500, por no hablar del yate o del mejor colegio privado para sus hijos. En fin, luego dirán que disminuye el consumo, pues claro, estos muchachos, ahora, al igual que la Espe apenas llegan a fin de mes.

Mientras, los currantes que todo el año esperan sus vacaciones ,ven cómo hay retrasos y cancelaciones en sus vuelos programados. Y se cabrean en vez de solidarizarse con estas criaturas a las que un desaprensivo gobierno les ha bajado el sueldo.

El único que les entiende es el nuevo señorito pepero, la sonrisa del régimen: González Pons. Claramente ha señalado que la culpa la tiene Blanco, que los controladores no tienen culpa. Lógico y natural, es más que comprensible que el apadrinado de Génova les entienda, al fin y al cabo debe pasar los mismos apuros para llegar a fin de mes, son de la misma calaña. Esto se llama solidaridad de clase, ¡sí señor!

Salud y República


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