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El desmitificador de héroes: Preston desdice a Carrillo

Publicado el 10 abril 2013 por El Patíbulo
Cultura CARRILLO

Publicado el 10 abril, 2013 | por Antonio Cruz

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El desmitificador de héroes: Preston desdice a Carrillo

Paul Preston (Liverpool, 1946), el prestigioso historiador británico (que junto con Hugh Thomas e Ian Gibson forman la Santísima Trinidad de grandes hispanistas procedentes de la “pérfida Albión”, dicho esto último con cariño) es uno de esos reputados historiadores que de cuando en cuando publica un trabajo cuyas páginas actúan como verdaderos dedos en las llagas tal y como lo demuestran títulos como Franco. Caudillo de España (1994), Juan Carlos: el rey de un pueblo (2003), y en especial el último de ellos dedicado a Santiago Carrillo bajo el significativo y simbólico título de El zorro rojo (editorial Debate).

La Guerra Civil de España queda muy lejos para la mayoría. Los protagonistas de la cruel contienda quedaron traumatizados y amordazados, pero con el paso de los años los hijos continuaron pensando en ella, aunque inoperantes e incapaces de hablar con rotundidad. Los nietos reflexionaron menos acerca de ésta pero rompieron la ley del silencio para expresarse de forma clara, evidenciando las consecuencias, encasillando a unos y otros según tradición y experiencia familiar (en los límites de lo difuso), etiquetando a los malos, a los buenos, señalando a los vencedores y a los vencidos; el resto de generaciones contemplamos la guerra y sus consecuencias desde un punto de vista estrictamente histórico.

Aquí la posguerra, en sentido psicológico, transcurrió diametralmente opuesta a como lo hizo en Alemania (tras aquélla en la que los germanos tuvieron un papel tan transcendental), pues inmediatamente después de su finalización, el pueblo alemán trató de exorcizar sus traumas expresando de forma abierta sus sentimientos y en cierto modo hasta declarándose culpables de ser condescendientes y permisivos de la deriva que tomó el nazismo, una actitud catártica y autopunitiva cuya finalidad era la de cerrar heridas, aunque el sentimiento de culpa en el pueblo alemán aún sigue siendo un estigma indeleble.

La nueva biografía del hispanista e historiador británico que tiene como protagonista a Santiago Carrillo (1915-2012), el histórico dirigente comunista fallecido el año pasado y del que se ha hablado largo y tendido desde ambos flancos y con conclusiones dispares, promete levantar polvareda y convertirse en breve en un auténtico best seller. La biografía de Preston no se detiene sólo en aquellos detalles más públicos y notorios, sino que indaga, escarba y ahonda en aspectos que llevarán a desmitificar el aura mesiánica que ha levantado siempre entre sus fieles y correligionarios desde el mismo instante en el que Santiago se hizo Carrillo.

Con las reseñas leídas en las prensa escrita se puede extraer la firme conclusión de que la semblanza suscrita por el británico es de hondo calado y prolija en datos y detalles personales y políticos, lo que sin lugar a dudas promete ser una nueva visión del político, discurriendo desde la famosa carta en la que el dirigente comunista rompe sin piedad con su padre, (“Se puede interpretar que pone el partido por delante o que se pone a sí mismo por delante. El hilo conductor es siempre el egoísmo y la ambición”, explica Preston en una entrevista a Tereixa Constenla, en El País), hasta el archiconocido y consabido episodio de Paracuellos que perseguirá al histórico comunista hasta más allá de muerto.

Abundan los adjetivos que Paul Preston dedica a Santiago Carrillo, una extensa lista y en absoluto halagadora: ambicioso, autoritario, egoísta, interrogador digno de la KGB, deshonesto, desleal, mentiroso o dictador, en donde llega a compararlo (¡que dolorosa metáfora para sus adoradores!) con el mismísimo Franco.

La literatura y los relatos que ésta arroja son más bellos, idílicos y hasta bondadosos que la historia real, más aún si ésta ha sido embadurnada por una guerra. Paul Preston no escribe literatura ni cuentos de hadas, lo suyo es la historia pura, en este caso sobre uno de los nuestros y no muy lejana, enfocada según sus conclusiones e investigaciones y pasadas por el tamiz de su interpretación y el buen hacer del historiador. Queda claro que el británico ha metido no un dedo, sino un puñal en una herida que le cuesta cicatrizar y con un personaje que ha tenido a partes iguales tantos detractores como seguidores, si bien en las últimas décadas la lectura y visión negativa que los primeros proyectaban sobre el líder comunista quedó olvidada o en parte suavizada (¿solapada?). Con esta biografía se reabre la vieja herida (jamás curada) a la que a algunos les agradará; a otros les escocerá. Este es el Carrillo de Preston, les guste o no.

Enlaces de interés

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/04/05/actualidad/1365189633_497653.html

http://www.larazon.es/detalle_libros/noticias/1756786/cultura+libros/paul-preston-carrillo-fue-tan-dictador-como

http://www.publico.es/espana/370707/paul-preston-las-mentiras-de-carrillo-sobre-paracuellos-son-infantiles



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