Título: El desorden que dejas
Autor: Carlos Montero
Editorial: Espasa
Género: novela, intriga, thriller
Páginas: 408
Publicación: 22/03/2016
ISBN: 978-84-670-4726-4
La novela premiada es un intenso thriller psicológico protagonizado y relatado en primera persona por Raquel, una joven profesora de literatura en horas bajas que acepta una suplencia en un instituto de Novariz, el pueblo de donde, casualmente, procede su marido. En su primer día de trabajo, la joven se entera de que Elvira, su predecesora, se ha suicidado y al finalizar las clases encuentra en su bolso una nota que dice: «¿Y tú cuánto vas a tardar en matarte?». Decidida, Raquel intentará averiguar quién está detrás de esa amenaza, e inevitablemente se empezará a obsesionar con la antigua profesora. ¿Qué le ocurrió? ¿Qué la llevó a la depresión si los alumnos la adoraban? ¿Realmente se suicidó o alguien acabó con su vida? ¿Se está repitiendo el mismo patrón con ella? Y sobre todo, ¿por qué de repente algunos indicios apuntan al marido de Raquel? Una novela que arranca como una historia de acoso a una profesora para convertirse enseguida en un thriller perverso y apasionante. Una disección de la debilidad humana. De la culpa. De la fragilidad de las relaciones. Y de las mentiras y secretos sobre las que montamos nuestras vidas sin calibrar ni ser conscientes de las consecuencias.Había leído opiniones muy buenas sobre esta novela pero, la verdad, no pensé que me fuera a gustar tanto. Me tocó el año pasado en un sorteo organizado por De tinta en vena y, aunque tenía muchas ganas de leerlo, al final (como suele pasar con demasiada frecuencia) lo he ido dejando, por hache o por be, hasta que la Yincana Criminal ha hecho que me ponga al día con él, con su propuesta para reseñar esta semana una novela que haya ganado algún premio, en este caso, el Premio Primavera de Novela de 2016. Y qué alegría más grande ha supuesto para mí el haberlo leído al final porque lo he disfrutado... ¡y mucho!
Creo que lo primero que te atrapa es la historia en sí: una profesora de Lengua y Literatura llega a un instituto rural gallego para suplir a la anterior docente, que se ha suicidado. Partiendo de esta premisa, el autor explora el universo de la Educación Secundaria y de los adolescentes, obviamente (dado el género de la novela) desde la perspectiva más oscura e intrigante. Así, pronto descubrimos a un grupo de alumnos dispuesto a crearle problemas a la nueva profesora, que la acosa y que, incluso llega a amenazarla de muerte.
El segundo elemento que te atrapa sin remedio es la protagonista. Mientras leía la novela me he estado preguntando continuamente si yo actuaría como ella, si llegaría a un sitio nuevo y me pondría a investigar el suicidio de mi predecesora. Y, lo más importante, si continuaría haciéndolo a pesar de las múltiples amenazas y de las consecuencias que tal investigación está teniendo en su vida privada. Creo que yo sería incapaz (aunque ya se sabe que hay veces que te sorprendes a ti mismo) y por eso he admirado su valentía, su constancia y su perseverancia. Aunque he decir que a veces me ha parecido un poco inconsciente y poco reflexiva y bastante impulsiva, en general.
Pero creo que ahí radica la razón (o, al menos, parte de ella) de que la protagonista cautive al lector: es una heroína pero es imperfecta, también sus débitos, sus defectos y sus errores pasados. Raquel es valiente y cobarde al mismo tiempo, es comprometida e infiel, sabe cómo salir de determinadas situaciones pero no resolver conflictos personales... todo a la vez. Es, pues, contradictoria y, por lo tanto, terriblemente humana, lo que hace que el lector la sientea muy cerca.
El tercer factor que funciona a la perfección de esta novela es el intercambio de narradores. Hay capítulos narrados en primera persona por Raquel, que nos permiten una visión de la historia totalmente subjetiva pero muy muy cercana, y hay capítulos narrados en una tercera persona omnisciente que centra el foco en el resto de personajes principales de la novela, lo que permite abrir el punto de vista y darnos más información sobre lo que realmente está ocurriendo. El lector tiene, así, más información que Raquel y puede hacerse una idea mejor de lo que está pasando y ello (creo yo) contribuye a valorar más las decisiones que toma la protagonista. Este perspectivismo le sienta muy bien a la historia y genera nuevos puntos de vista que el lector debe valorar para hacerse una idea de lo ocurrido en realidad.
También contribuye a que te enganches a esta novela (y mucho) su ritmo. Como buen thriller, el ritmo es bastante ágil en general pero se va volviendo trepidante a medida que vas leyendo, hasta desembocar en un final de infarto (con sorpresa, incluida). Montero sabe dosificar la información y el ritmo a la perfección de manera que ambos (la intriga que va generación la información por descubrir y la rapidez con la que van sucediendo las cosas) contribuyen a que, una vez que empiezas el libro, no lo quieras soltar por nada del mundo.
Finalmente, y ya desde el reposo que da la reflexión sobre la lectura que permite la escritura de una reseña, he de valorar los temas que va tocando (cómo superar una pérdida dolorosísima, el acoso, la valentía, el egoísmo, la codicia, el poder del dinero, los momentos en los que actúas guiado por una conciencia que no es la tuya, la estabilidad matrimonial, la mentira, la infidelidad, el ejercicio de una profesión como la de profesor de instituto...), que me han encantado, y el trazo certero y perfecto para conseguir los fines que pretende que el autor hace de los personajes.
En definitiva, una novela apasionante que nos pone frente a conflictos muy interesantes y que tiene un ritmo y una protagonista que atrapan sin remisión.
Nos seguimos leyendo.
Agradezco a De tinta en vena que organiza el sorteo en el que me tocó este ejemplar y a la editorial, que me lo remitiera.
Incluyo este libro en los siguientes retos:
- Reto 100 libros: 23/100
- Reto 25 españoles: 13/25
- Reto Yincana Criminal: 10/15