Raikkonen. Foto: Ferrari.
"Cuando eres segundo nunca puedes estar contento", advirtió Kimi Raikkonen (Espoo, Finlandia, 1979) desde el segundo cajón del circuito de Sakhir (Baréin). Es y se siente un ganador, por más que Iceman llevase desde principios de octubre de 2013 sin subirse al podio. Raikkonen lo había hecho en el GP de Corea del Sur y pilotando un Lotus. Ya se había anunciado su regreso a Ferrari, donde se coronó campeón en 2007 aprovechándose del circo en McLaren, y salió por la puerta de atrás y un gran finiquito, en 2009. Regresó el año pasado y tuvo un curso horrible, con un cuarto puesto en Spa como mejor resultado y siendo superado por su compañero Alonso en 16 de las 19 carreras. Raikkonen sumó 55 puntos, mientras que este curso en cuatro pruebas, y pese a abandonar en Australia, acumula 42. 18 logró en Baréin, donde no pudo con un Lewis Hamilton que sumó su tercer triunfo de la temporada y amplió su ventaja como líder: ahora tiene 27 puntos de margen sobre su vecino en Mercedes, Nico Rosberg. Sin frenos en las dos últimas vueltas, el alemán no controló su coche y perdió la plaza en beneficio de Raikkonen. Sebastian Vettel sólo pudo ser quinto tras salirse del trazado y tener que cambiar su alerón delantero. "La atmósfera en el equipo es buena. Estamos en la buena dirección para tirar hacia delante. Las cosas están mejorando y estoy seguro de que tendremos opciones de luchar por la victoria y superar a los Mercedes", le dijo Raikkonen a un mito como Jackie Stewart, encargado de entrevistarle en el podio. Camino de los 36 años, está ansioso por volver a ganar una carrera, algo que no consigue desde el estreno del curso 2013 en Albert Park. Es el piloto más veterano de la parrilla, aunque debutó el mismo curso (2001) que Fernando Alonso, al que, como en China hace una semana, volvió a doblar. El español sigue sin puntuar, pero esta vez se quedó a una plaza de lograrlo (17º fue Mehri y Carlos Sainz tuvo que retirarse). Penalizado por un problema eléctrico en la vuelta de formación, Felipe Massa tuvo que salir desde el pit lane y se llevó el último punto en juego tras una buena remontada.
Felipinho llegó a rodar octavo, pero Kvyat y Checo Pérez le superaron en los últimos giros. Ésos en los que a Hamilton le advertían que tuviese cuidado porque no tenía frenos. Nadie frena a Lewis, aunque Ferrari cada vez está más cerca de atraparle. Y Raikkonen quiere volver a sentirse el primer piloto del equipo por más que compita con Vettel. Quiere que se le llame Iceman (hombre de Hielo) por su frialdad a la hora de conducir y su condición de estratega.