Reconozco que en un principio dejé escapar esta novela, nada en ella me atraía, ni su portada, ni su argumento, tuvieron que empezar a proliferar opiniones en la blogosfera y sobre todo hablar de ella largo y tendido con Kayena para que la curiosidad prendiera en mi y decidiera darle una oportunidad, pese a todo tardó en llegar porque mi edición ya es la sexta. Pero eso me ha hecho disfrutar de una novela que tiene su encanto, aunque supongo que a todos no convencerá por igual, porque el mundo utópico que narra convencerá a los más o eso creo yo, y le sabrá a poco a los menos, o viceversa.
Adelanto que a mi me ha tenido totalmente enganchada, que he disfrutado con los personajes por más que en alguna ocasión los hubiera zarandeado; con las discusiones entre el hombre del sillón y Prudencia Prim, que me hacían pensar un buen rato... Una novela para mi indispensable, criterio que a buen seguro todo el mundo no compartirá. Sin embargo, me quedo con esa comunidad anclada en el pasado, que pone el acento en las pequeñas cosas, esas que sin que seamos conscientes son la clave de la felicidad.
Una novela optimista, un rayo de luz para todos aquellos que están hartos de correr de aquí para allá, del stres que la vida moderna impone, de la extenuante formación que se pide para casi cualquier puesto de trabajo, San Ireneo de Arnois es precisamente ese reducto donde gente formada, trabaja en lo que la comunidad necesita y se dedica a tomar pastas de te en cualquier reunión a cualquier hora del día...
La autor@:
Natalia Sanmartin Fenollera es periodista y ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el ámbito de la información económica. Licenciada en Derecho por la ULC, es Máster en Periodismo por la Escuela de Periodismo de El País y la UAM, y cuenta con un PIDD por la Escuela de Negocios ESIC. Ha estado al frente de las secciones de "Cinco Sentidos" y de "Vida profesional" en el diario económico Cinco Dias, donde actualmente es la jefa de "Opinión".
El despertar de la señorita Prim es su primera novela. Sus derechos han sido adquiridos por la Editorial Mondadori en Italia, Thiele Verlag en Alemania, Grasset en Francia, en EEUU y Canadá por Atria Books (Simon &Schuster Group), en Reino Unido Y Commonwealth por Abacus (Little Brown) y en Polonia por Amber
Argumento
Atraída por un sugestivo anuncio. Prudencia Prim llega a San Ireneo de Arnois, un pequeño lugar lleno de encanto cuyos habitantes han decidido declarar la guerra a las influencias del mundo moderno. La señorita Prim ha sido contratada para organizar la biblioteca del Hombre del Sillón, un hombre inteligente, profundo y cultivado, pero sin pizca de delicadeza. Pese a las frecuentes batallas dialécticas con su jefe, poco a poco la bibliotecaria irá descubriendo el peculiar estilo del vida del lugar, y los secretos de sus nada convencionales habitantes.
Narrado con ingenio, brillantez e inteligencia, El despertar de la señorita Prim nos sumerge en un inolvidable viaje en busca del paraíso perdido, de la fuerza de la razón y la belleza y de la profundidad que se esconde tras las pequeñas cosas.
Un fragmento
_ A ver si entiende lo que trato de decirle, Prudencia: uno no puede construirse un mundo a medida, pero lo que sí que puede hacer es construirse un pueblo. Aquí todos pertenecemos, por así decirlo, a un club de refugiados. Su patrón es uno de los escasos habitantes que tiene raíces familiares en San Ireneo. Él volvió aquí hace unos años y puso en marcha la idea. (...)
La señorita Prim que había escuchado con muchísima atención la explicación de su amigo, suspiro con resignación.
_Digame Horacio...¿hay algo más que yo debiera saber sobre este pueblo?
_Desde luego que lo hay, querida _ contestó él con un guiño mientras se disponía a apurar su bebida_. Pero no pienso decírselo.
Mi opinión
Vencidas las reticencias iniciales, cuando me llegó el libro decidí abordarlo como si de un lienzo en blanco se tratara. Decidí olvidar todo lo que había leído sobre él, porque había opiniones que lo ensalzaban y otras que lo desprestigiaban y decidí formarme mi propia opinión lejos de las luces y las sombras que lo habían envuelto hasta ese momento.
Descubrí una prosa sencilla y bella, llena de imágenes, metáforas, comparaciones, un lugar emblemático en el que no me importaría recalar porque se que sería feliz y unos personajes pintorescos, que se salían de lo común, con sus pros y sus contras, con sus virtudes y sus defectos y con las ideas tan claras que llegaban a asustar.
La novela se desarrolla en un lugar imaginario, que la autora no se preocupa de colocar en el mundo y tampoco nos da demasiadas ideas para que lo hagamos nosotros los lectores, aunque hay quien se ha atrevido a ubicarlo, y contrapone la vida anterior de Prudencia en una oficina en la que era el alma pero no se le reconocía al 100% su trabajo, con la que llevan los habitantes de San Ireneo. Por ese lado he creído entrever una crítica social a la vida que nos toca vivir, siempre de prisa, con presión, sin poder alternar con amigos, sin tener tiempo para escuchar a nadie, sin poder desarrollar la faceta laboral sin que se resienta la familiar. Una sociedad en la que nos formamos hasta la saciedad para luego ejercer en compartimentos estancos en los que uno no conoce el trabajo del compañero, y el compañero el de uno.
San Ireneo de Arnois es la antítesis de la vida ajetreada que llevamos, es un pueblo que se autoabastece a si mismo, en el que cada cual trabaja en lo que le puede ser útil a la sociedad independientemente de los estudios y formación que tenga, un mundo en el que la conciliación laboral y familiar no es una utopía, en el que cada cual trabaja solo unas horas y las otras las dedica a su deleite, en el que los compromisos sociales son tan importantes para el pueblo como el desarrollo de la actividad laboral. Creo que en ningún pueblo del mundo se consumirá tanto, té, café y pastas de mantequilla como allí, y supongo que tener una dietista tampoco será su prioridad.
Además he creído entrever una critica velada al actual sistema educativo que solo crea gente formada en ámbitos reducidos, de ahí que en San Ireneo los niños acudan a la escuela pero el peso de la formación la llevan los padres en casa, cada habitante se dedica a impartir una especialidad que nada tiene que ver con los planes de estudios actuales en los que los clásicos se pasan de soslayo, en el que el latín y el griego más que lenguas muertas, son lenguas enterradas.
El despertar de la señorita Prim es un canto a la felicidad que se encuentra en las pequeñas cosas, en una taza de té, de chocolate, en un pastel, en una sonrisa, en un libro, incluso en una discusión, un canto a la belleza encontrada en cualquier cosa o persona.
Algo que me ha chocado en la novela es la excesiva religiosidad del Hombre del Sillón, una religiosidad que más supone un lastre para él que otra cosa, una forma de concebir el mundo que a él le aporta una tremenda felicidad y que sin embargo no termina de complacer a su madre que en la vida eremita del hijo ve tirada por la borda toda su genialidad y sabiduría. He disfrutado como una enana con la fina ironía que destila su diatriba, con la profundidad de las reflexiones que nos aportan esas pullas entre Prudencia y el Hombre del sillón, porque ambos defienden puntos completamente opuestos y buscar un acercamiento parece misión imposible.
La novela va avanzando y Prudencia va experimentando cambios, del escepticismo pasa a la completa inserción en una sociedad que le cuesta de comprender pero que no cambiaría por nada del mundo, hasta que las circunstancias le hacen emprender de nuevo una huida hacía adelante, porque simplemente con vivir en una sociedad tan cerrada no puede evolucionar del todo, necesita alejarse, necesita respirar por si misma, necesita abrir del todo su mente, solo así podrá volver a San Ireneo.
Y esta vez la autora si tiene a bien indicarnos hacia donde huye, Italia es el lugar escogido, un sitio tan bucólico como San Ireneo, donde el tiempo no parece fluir y allí se completa la metamorfosis si es que algún día Prudencia fue un gusano. Sin embargo no se nos va a permitir vivir su vida de mariposa. Un anuncio inicia una aventura y otro redactado con el mismo espíritu pone fin.Una novela podríamos decir capicúa.
Me ha gustado sobremanera la caracterización de los personajes, desde los más pequeños, a los que su tío con problemas para recordar los nombres ha rebautizado, hasta la cocinera a la que no le gusta que nadie irrumpa en su cocina para usurparle el lugar, pasando por el Hombre del Sillón y su poca delicadeza, el exceso de celo y pudor de la señorita Prim, la alcahuetería de Amelia, o el poco tacto y brusquedad de Lulú Thiberville, la lealtad de Horacio... Tantos y tantos personajes que desfilan por esta historia, todos ellos con una personalidad diferente que se complementan entre si, todos secundarios necesarios para que Prudencia un producto del sistema educativo, pasara de llevar una vida gris a otra plena.
Por todo lo que he contado habréis deducido que los hechos se nos cuentan desde la perspectiva de Prudencia, aunque se narra en tercera persona, de ahí vivamos de primera mano todas sus dudas, sus mosqueos, sus enfados, su pudor, su vergüenza... las misma montaña rusa por la que pasan sus sensaciones las vive el lector que se recrea en la belleza de la prosa de la autora, que nos ofrece unas descripciones sensacionales
Los anuncios
No puedo dejar de enseñaros los anuncios que llevaron a Prudencia a abandonar una vida que no le llenaba, gris aburrida, pero bien encarrilada y lanzarse al vacío, a perder un año de su vida, o quien sabe a ganar una vida entera.
Se busca espíritu femenino en absoluto subyugado por el mundo. Capaz de ejercer de bibliotecaria para un caballero y sus libros. Con facilidad para convivir con perros y niños. Mejor sin experiencia laboral. Abtenerse titulados superiores y posgraduados.
Podríamos decir que el sueño de cualquier joven en busca de sus primer trabajo, siempre y cuando cumpla la ultima premisa.
Y si el primero os parece bueno el último a mi me ha parecido simplemente genial, me ha hecho esbozar una sonrisa
Se busca maestra heterodoxa para escuela muy poco ortodoxa. Capaz de impartir el trivium, gramática griega y latina, retórica y dialéctica, a niños con edades entre seis y once años. Mejor sin experiencia laboral. Abstenerse titulados superiores y posgraduados.
Conclusión
A mi modo de ver una novela muy recomendable, una delicia de lectura en la que prima la belleza de las cosas, la felicidad de esas cosas que nos pasan desapercibidas. Un remanso de paz en nuestras ajetreadas vidas, que nos pone de manifiesto valores ya olvidados.
San Ireneo de Arnois será una utopía, una comunidad creada por la mente de la autora, pero si existiera no me importaría perderme en ella, vivir con la tranquilidad de un trabajo que no absorbe y la camaradería de esos vecinos.
Disfrutad del booktrailer, aunque para mi no es los más logrados
Si te apetece una novela bien escrita, que te haga reflexionar, sin duda esta es tu novela
Retos
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