Revista Opinión

El despertar de Vox: un análisis de su ideología

Publicado el 08 diciembre 2018 por Juan Carlos
El despertar de Vox: un análisis de su ideología
Las elecciones andaluzas, celebradas el domingo 2 de diciembre, nos han dejado dos hechos destacados: la más que probable marcha del PSOE del gobierno autonómico y la irrupción electoral de Vox, que entra en la escena política institucional con 12 diputados en el parlamento andaluz. En este sentido, la campaña electoral en Andalucía ha tenido un fuerte componente nacional que ha llevado Cataluña hasta el sur de la península. Por otra parte, el contexto de crisis, que generalmente favorece a opciones políticas que afirmen salirse de lo establecido, junto al hecho de que Vox lleve un tiempo en el disparadero mediático, terminaron brindando este sorprendente resultado.
En cualquier caso, Vox ha entrado en las instituciones y esto ha implicado que aparecieran muchos análisis de su ideología. Sin embargo, ésta también debe estudiarse desde las herramientas que nos ofrece la Ciencia Política. Por consiguiente, la primera pregunta que nos haríamos es: ¿cómo se determina la ideología de un partido? Con la ayuda de unos indicadores llamados cleavages, o ejes (en castellano), que son los elementos sobre los que se asienta toda ideología. Así pues, estos ejes son 4:
  • Nacionalismo central/nacionalismo periférico.
  • Izquierda/derecha (también llamado cleavage de clase).
  • Iglesia/Estado.
  • Campo/ciudad.

Evidentemente, cabe señalar, que en cada país o en cada época algunos cleavages estarán más presentes que otros. Por otro lado, es conveniente aplicar esta metodología tomando como base un documento donde el partido ofrezca sus propuestas políticas. En este caso, el que más se ajusta es el de «100 medidas para la España Viva». Nacionalismo central/ nacionalismo periférico
Este eje está especialmente presente en la ideología de Vox, dado que su apuesta por la idea de España es fuerte y destacada. De hecho, su primer bloque lleva por nombre «España, Unidad y Soberanía» y su primera medida es la de «suprimir la autonomía catalana hasta la derrota sin paliativos del golpismo». Además, dentro de dicho bloque también se busca reforzar la protección jurídica de los símbolos de la nación (española) especialmente la bandera, el himno y la Corona, incluyendo el agravamiento de las penas por las ofensas y ultrajes a España. Los símbolos políticos son importantes para reforzar los sentimientos nacionales, algo que en Vox conocen bien, pero esto podría limitar todavía más la libertad de expresión. En otro orden de cosas, más allá de la nación como construcción histórica, en su punto sexto se sugiere transformar el Estado autonómico en otro unitario, estableciendo además un solo gobierno y parlamento para España. Una medida sumamente centralista que no detalla cómo gobernarían los territorios del Estado que, llegado el caso, ya no serían comunidades autónomas.
Complementariamente, el punto octavo propone un «Plan integral para el conocimiento, difusión y protección de la identidad nacional y de la aportación de España a la civilización y a la historia universal, con especial atención a las gestas y hazañas de nuestros héroes nacionales». Dado su carácter de integral, puede deducirse que también alcanzaría la educación, lo que seguramente implicaría su instrumentalización tal y como ha hecho el poder político siempre, en consonancia con aquella máxima de Gil de Zárate de que «la enseñanza es cuestión de poder; el que enseña, domina». En último lugar, debe destacarse lo recogido en el punto 83: «Anteponer las necesidades de España y de los españoles a los intereses de oligarquías…». Pese a la necesidad de frenar las pretensiones de ciertos colectivos, resulta muy esclarecedor que Vox sitúe primero las necesidades de ese sujeto llamado «nación» (española) y de los españoles frente a otros como ciudadanía, población u otros con connotaciones más universales. Además, la gran parte del texto reivindica la importancia del español como lengua, no refiriéndose ni una solo vez a ésta como castellano, lo que denota todavía más la intencionalidad de vincular lengua y proyecto nacionalista español. Izquierda/ derecha
Este cleavage o eje medirá principalmente el grado de intervencionismo estatal y el grado de progresividad de los impuestos, siendo ambos elementos más próximos a la izquierda. En este sentido, el punto 37 persigue la supresión de todo impuesto o tasa para la constitución de cualquier tipo de empresa. El 39 busca reducir el IRPF, fijando un tipo fijo del 20% hasta los 60.000 euros anuales. Aquí conviene mencionar que actualmente de 35.200 euros hasta los 60.000 tributan al 37%. En realidad, menos tramos de IRPF implica menos progresividad.
Por otro lado, el 40 reduciría el impuesto de sociedades a un 20%, siendo del 15% en el caso de las PYMES, lo que recoge el punto 42. Asimismo, el 46 opta por suprimir los impuestos sobre el patrimonio, el de sucesiones y las plusvalías municipales. El 47 liberalizaría el suelo y el 52 eximiría a las pensiones de pagar el IRPF. Además, por último, el punto 61 establecería un cheque escolar para que los padres, con ese dinero, eligieran el colegio (se entiende que privado) en el que estudiarían sus hijos. Una medida que popularizó Milton Friedman y que, lógicamente, limitaría el poder del Estado. Quedaría por ver cómo casaría esta medida con el Plan Integral para la identidad nacional del punto 8. Iglesia/ Estado
Lo más interesante para este eje es observar si el programa de Vox recoge los postulados religiosos. En consecuencia, el apartado 56 busca sacar de la Sanidad Pública las operaciones de cambio de sexo, aborto, etc. lo que claramente está en sintonía con los preceptos morales del catolicismo. Además, el 75 es más explicito, ya que dice: «Defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural». Es conocido que el catolicismo sitúa la vida en el mismo momento de la concepción, y esa es la razón principal esgrimida de esta religión para oponerse al aborto. En otro orden de cosas, también es conocido que Vox entiende que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer. Estos elementos sitúan a esta fuerza política en consonancia con algunos postulados morales provenientes del cristianismo. Campo/ ciudad
Este cleavage actualmente no tiene un gran protagonismo en España, pero los partidos suelen dedicar algunas líneas al mismo. En este sentido, Vox en el apartado número 68 de su documento defiende la caza como «actividad necesaria y tradicional del mundo rural». Además, el número 69 persigue «combatir las desigualdades de oportunidades que separan a los ciudadanos del medio rural y del urbano». Estas menciones otorgan a Vox cierto carácter campero o rural, y es que no debe pasarse por alto que las formaciones políticas conservadores tienen un caladero importante de votos precisamente en ese mundo rural. Conclusiones
A tenor de todo lo analizado aquí, se puede inferir que Vox es un partido marcadamente nacionalista español (centralista), superando incluso a partidos como PP o Ciudadanos. Ninguna de estas dos formaciones se ha atrevido a ir tan lejos respecto a las autonomías, ni sobre ningún plan integral identitario, ni tampoco han propuesto anteponer las necesidades de España frente a otros colectivos. Igualmente, es un partido puramente de derechas, también en un sentido económico, puesto que sus medidas en este campo son de carácter marcadamente neoliberal, muy ancladas a la derecha y enfocadas a una bajada generalizada de impuestos. Igualmente, también tienen buena sintonía con el catolicismo y el mundo rural, lo que es algo sintomático de los movimientos políticos conservadores en España. Igualmente, es llamativo que propongan la supresión del Jurado (popular), en su punto 95, una de las pocas medidas participativas de la sociedad en la cosa pública (junto a las ILP´s y los referéndums). Por último, también es significativo que la palabra «España» aparezca 16 veces en un texto relativamente corto, pero la palabra «democracia» no lo haga ni una sola vez.
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