Que la literatura francesa me gusta especialmente no es ningún secreto para todos los que me conocéis y pasáis habitualmente por aquí. Y aunque suelen las autoras francesas las que más me atraen, Anna Gavalda y Delphine de Vigan son dos de mis autoras fetiche, la novela que os traigo hoy llamó mi atención en cuanto la vi entre las novedades que Grijalbo nos presentaba para septiembre. Si hace justo un año os hablaba de “Justo antes de la felicidad”, Premio de los Libreros Franceses 2013, hoy lo hago del galardonado con el mismo premio en 2014, “El despertar del corazón”.
Sinopsis
Cuidar de su nieto durante todo el mes de agosto, no es lo que más ilusión le hace en el mundo a este abuelo algo cascarrabias. Le parece un despropósito que acudan a él ahora que los padres se han separado y ninguno de los dos progenitores puede hacerse cargo del pequeño durante el verano. Le indigna, porque en todos estos años apenas se han acordado de que el niño tenía un abuelo, y es que el viejo refunfuñón nunca fue de la devoción de la madre. En este momento entre el anciano ermitaño y el niño de seis años hay mucho más que una brecha de siete décadas, hay todo un abismo, un universo entero.En cambio, durante ese verano en la casa de madera junto al lago, ya sea por las tardes de juegos y de pesca o bien por los paseos en bicicleta y la ausencia de televisión... poco a poco, surge una complicidad única entre ellos, un estrecho vínculo de amor y aprendizaje mutuo que despertará la curiosidad del niño por la naturaleza y acabará enterneciendo el corazón del abuelo.
El autor
François d'Epenoux es un autor francés con varias novelas publicadas, dos de las cuales han sido adaptadas al cine: Deux jours à tuer (por Jean Becker en 2008) y Les Papas du dimanche (por Louis Becker en 2012).
Con El despertar del corazón obtuvo el prestigioso Premio Maison de la presse 2014 otorgado por los libreros franceses y se posicionó durante meses en las listas de best sellers. Esta es la primera novela que publica en España.
Mi opinión
En “El despertar del corazón” conoceremos a un abuelo cascarrabias y huraño del que no sabremos el nombre ya que el autor siempre se referirá a él como el Viejo. Él es padre de Jean y abuelo de Malo y vive anclado en el pasado, no entiende, ni quiere entender, este mundo loco dominado por la tecnología en el que vivimos. La oportunidad de demostrarle a Malo que se puede vivir sin televisión, sin móvil y sin videojuegos, disfrutando de la naturaleza y de los juegos sencillos de toda la vida, la tendrá cuando Jean le pida que se haga cargo del niño durante un mes de agosto en el que tiene que trabajar. Pero no solo Malo aprenderá cosas durante ese verano.
François d'Epenaux
Dividida en dos partes más un epílogo, en la primera parte el encargado de la narración será Jean. Él nos presentará a su padre y al tiempo que nos habla de él sabremos de su vida, de su trabajo, de la relación con su pareja y de cómo recibe la noticia de su próxima paternidad así como los primeros días tras nacer su hijo. Transcurridos unos años tomará la voz narrativa el Viejo para ya en la segunda parte, sin duda la más emotiva, hablarnos de él mismo y de su nieto, de ese mes de agosto que ambos, un poco a regañadientes al principio, tendrán que pasar juntos.A través de tres generaciones el autor nos presenta una historia llena de nostalgia que terminará reconciliando pasado y presente mirando siempre al futuro que Malo representa y es que, aunque parezca que cualquier tiempo pasado fue mejor, lo cierto es que cada época y cada momento tiene sus cosas maravillosas y tiene sus dificultades y carencias. Y tan importantes son los valores, los conocimientos y las experiencias que nuestros mayores nos aportan, como lo es todo aquello que podemos aprender de los más pequeños y esos otros valores que también ellos pueden ayudarnos a descubrir. Esto lo consigue el autor con tres personajes entrañables trazados con mimo y delicadeza, siendo el Viejo al que mejor conoceremos. Un abuelo testarudo, a menudo incluso irrespetuoso, pero tierno y cariñoso en cuanto se escarba un poco para llegar a su corazón.
Con una prosa sencilla, directa y con toques de humor para aligerar una crítica a la modernidad, “El despertar del corazón” es una novela sobre las relaciones familiares y sobre las indiscutibles diferencias entre la vida que tuvieron nuestros padres, la que tenemos nosotros y la que tendrán nuestros hijos cuando sean adultos. Diferencias que no deben separarnos, sino que deben ser enriquecedoras para todos y es aquí donde entran en juego las emociones, esas que siempre unen y tienden puentes porque si algo derrocha esta novela es justo eso: emoción, dulzura, amor y valores que viajan en todos los sentidos de generación en generación.
En definitiva, “El despertar del corazón” es una novela dulce y conmovedora, de esas que te dejan buen sabor de boca. Una historia llena de emociones y sentimientos narrada con sencillez y acierto sin caer en sensiblerías.