Revista Cultura y Ocio
DATOS TÉCNICOS: Editorial Planeta. Colección: Autores Españoles e Iberoamericanos
Fecha de publicación: 04/04/2013
352 páginas
Idioma: Español
ISBN: 978-84-08-05987-5
Presentación: Rústica con solapas
Precio: 18,90 €
Precio epub: 12,99 €
Sin duda alguna, este verano de 2013 está siendo bastante fructífero y positivo a nivel de lecturas. A un libro leído con el que he disfrutado, le ha seguido otro que me ha entusiasmado un poco más, lecturas que, por otro lado, tienen como nexo o punto de unión el que los libros y la lectura sean, en parte protagonistas, junto con librerías, bibliotecas y bibliotecarias. Si hace unos días os conté que había disfrutado con la novela de Marián Izaguirre “La vida cuando era nuestra” he de decir lo mismo de esta novela de Natalia Sanmartín Fenollera titulada “El despertar de la señorita Prim” un título que, no sé por qué, me ha recordado un poco a los de las novelas inglesas del siglo XIX, a las de Jane Austen y, también, a las de Stella Gibbons.
“El despertar de la señorita Prim” es la primera novela que escribe esta periodista, colabora en el periódico económico “Cinco días”, y francamente, mejor debut no ha podido tener y prueba de ello es que ya va por la sexta edición. Me gusta mucho descubrir nuevas plumas y, es un placer enorme cuando el debut es tan bueno.
Todo en “El despertar de la señorita es agradable. Prudencia, la señorita Prim, es una joven administrativa poseedora de múltiples títulos universitarios. Trabaja en una empresa como administrativa pero, ni este trabajo ni su vida la llenan. Un día, ve un curioso anuncio en la prensa. En el pueblo de San Irineo de Arnois se busca bibliotecaria, pero no una bibliotecaria al unísono ya que uno de los requisitos clave es que carezca de título. Cuántos menos mejor. A pesar de que Prudencia no lo cumple no se echa atrás y decide ir a San Irineo en busca de este trabajo. Una vez allí se entrevista con su posible jefe, un hombre del que desconocemos su nombre y cómo es, pero que a pesar de que Prudencia no cumple con las exigencias del puesto, se lo da.
A partir de este momento, la vida de Prudencia cambiará. Poco a poco irá descubriendo aspectos del hombre del sillón, como se le conoce a su jefe, y del resto de habitantes del pueblo. Una comunidad de lo más peculiar que viven a espaldas casi del frenesí y de la rapidez de otras ciudades. En San Irineo de Arnois todo sucede de forma más pausada, dando la sensación de que el tiempo se ha detenido. Algo que no supone ningún trastorno ni problema para Prudencia puesto que ella estaba convencida de que no pertenecía al mundo que le rodeaba. Aunque, también es verdad, que en algunos aspectos le cuesta adaptarse especialmente en todo lo que concierne a su jefe, ese misterioso hombre del sillón, que muchas veces la saca de quicio con su actitud y su forma de educar a los niños, a sus sobrinos. Unos niños que, para su corta edad, conocen ya a los grandes clásicos griegos y romanos, unos niños que reciben una educación bastante especial como todo lo que acontece en San Irineo.
Un pueblo, este, muy idealizado. Está descrito de una forma tan especial que te dan ganas de coger la maleta e ir a pasar una temporada en él. La autora nos lo describe a través de sus gentes, unos habitantes que calan no sólo en la señorita Prim sino, también en el lector.San Irineo, Un lugar muy especial que me ha recordado a Cold Farm, el lugar al que acude Fiona Poste. Es más, como Stella Gibbons, también Natalia Sanmartín Fenollera utiliza a este pueblo y a sus habitantes para hacer una crítica a la sociedad actual. Crítica que no deja indiferente al lector. "El despertar de la señorita Prim" es una novela con ritmo pero no es para leer aprisa sino todo lo contrario: es de esas historias que invitan al debate y a la reflexión. Los debates, los diálogos que enfrentan a la señorita Prim y al hombre del sillón son muy buenos. Prudencia no es una mujer que se calle, tiene sus propias ideas y las defiende. Ideas muy liberales que, muchas veces, chocan con las más tradicionales del hombre del sillón, sobre todo cuando tratan sobre la religión o el matrimonio. A destacar el debate que tienen en torno a las escritoras, el hombre del sillón expone que, en el siglo XIX, tanto hombres como mujeres leían a las autoras porque éstas escribían para todos, hoy no sucede así porque las autoras escriben para sí mismas, solo para mujeres.
El hombre del sillón no es un hombre proclive a lo sentimental ni a lo sensible, actitud que irrita a Prudencia a pesar de lo que siente por él. Prudencia no quiere admitir esta falta de sensibilidad, esta actitud de ahi que se empeñe en que lea "Mujercitas". Sí, Prudencia llega a enamorarse de su jefe pero "El despertar de la señorita Prim" no es una novela netamente romántica. En ella no hay ninguna escena amorosa entre ambos pero no hace falta, la tensión sexual que hay entre los dos, la forma de hablarse denotan que los sentimientos de Prudencia son correspondidos aunque el hombre del sillón nunca lo revele.
La verdad, es que todo en esta novela es muy positivo. Natalia Sanmartín Fenollera tiene un estilo muy peculiar, vivo y dinámico. Los personajes que ha creado son únicos. El peso recae en la protagonista, Prudencia, una mujer a la que veremos evolucionar. La Prudencia que llega a San Irineo será muy distinta de la que acabará en italia. El personaje de Prudencia es una delicia y me ha alegrado especialmente que sea bibliotecaria. Frente a ella, el hombre del sillón. Le llamo así porque así se le menciona en la novela. En ningún momento se nos revela su nombre verdadero. Es un personaje bastante misterioso, misterio que la autora mantiene haciéndolo mucho más interesante. Es un hombre, eso sí, muy culto con una actitud ante la vida única, una forma de pensar propia que le gustaría que Prudencia la compartiese pero que, aunque no lo haga lo respeta. El hombre del sillón ha sido magníficamente creado por la autora, tras esa apariencia rígida, falta de sentimientos, se dislumbra todo lo contrario. El lector llega a la conclusión de que su forma de actuar es más una fachada, una máscara para no sufrir más.
El hombre del sillón es el contrapunto perfecto para Prudencia. El resto de los personajes son más secundarios pero peculiares, algo que es muy común en San Irineo. Me gustaría destacar a la madre del hombre del sillón y al consejo que le da a Prudencia, para ella la educación femenina no está completa si la mujer no pasa una temporada viviendo en Italia. Es una mujer interesante como el resto de las féminas que habitan San Irineo. Todos ellos personajes que no pasan de largo, por muy pequeño que sea su papel en el desarrollo de la historia, dejan huella. Natalia Sanmartín sabe crear personajes que captan la atención del lector por su sencillez, por su forma de expresarse y de actuar. Me gusta esta forma de dar vida a los personajes de una novela porque los hace más creíbles y humanos.
El estilo de Natalia Sanmartín es perfecto. Sabe comunicarse con el lector, llegar a lo más hondo del mismo y hacer que se sienta cautivado por la historia, que llegue a prenderse de Prudencia, del hombre del sillón y desee coger las maletas e ir a San Irineo o a Italia, a completar su educación. Un estilo ágil que aporta mucha frescura a la novela. Las descripciones que hace no cansan. Utiliza un lenguaje bastante poético y muy bello. Son descripciones muy " inglesas". La autora es española pero la novela es muy inglesa, tiene un cierto aire a las clásicas novelas inglesas del XIX, a Jane Austen o a Stella Gibbons como he comentado antes. Una atmósfera que no la encuentro negativa sino todo lo contrario; hace que "El despertar de la señorita Prim" sea aún mucho más buena e interesante.
Una novela para todos, tanto para hombres como para mujeres. Yo la he leído en el I Pad pero tengo la versión impresa en la biblioteca. Está siendo una de las más leídas de este verano, la gente la devuelve encantada y se la van recomendando unos a otros. Por ello no puedo más que recomendárosla a vosotros, vais a disfrutar de principio a fin.