Revista Opinión

El despido más barato que nunca

Publicado el 12 junio 2010 por Rgalmazan @RGAlmazan

Ya huele a azufre. La contrarreforma laboral –me niego a llamarla reforma— está al caer. Por si alguien no lo había entendido, ahora ha quedado claro por qué la patronal no quería pactar. Pactar significa ceder y sabían, con toda rotundidad, que el gobierno era su aliado. ¿Qué necesidad tenían de ceder si el gobierno les iba a dar lo que querían? Díaz Ferrán es un peligro público, un pésimo empresario, pero no es tonto, y si no, miren como ha hecho quebrar, o como ha malvendido, sus empresas sin que haya disminuido su patrimonio en un ápice.

El gobierno ha jugado el rol de suplente de la patronal, estaba en el banquillo y ya ha saltado al campo. Sin inmutarse, revistiéndose de moderno, vuelve a acatar los mandatos de “los mercados”. Hoy voy a tocar uno de los puntos más lamentables, y seguiré con otros en próximas entradas.

La patronal tenía varios objetivos, uno de los importantes era rebajar los costes del despido, aduciendo razones nuevas, no contempladas anteriormente. Así, el gobierno, su fiel escudero, habla de razones económica, y aunque todavía no ha escrito las condiciones, el ministro Corbacho –que bien pudiera ser nombrado vice de la CEOE, y no se notaría— ha dicho que el plazo razonable podrían ser seis meses.

Reforma laboral2

O sea si una empresa demuestra que en seis meses ha tenido pérdidas podría despedir a precio de saldo, por veinte días por año. Y ahora viene la clave: “demostrar las pérdidas”.

¿Cómo es posible controlar si son verdaderas unas pérdidas, cuando las agencias internacionales, las instituciones financieras mundiales no han sido capaces de ver una crisis tan gorda como la que ha venido? Si ha habido países capaces de engañar en sus cuentas, ¿quien se va a creer que no lo va a hacer una empresa?

En un país, donde el 23% de la economía se mueve por las alcantarillas --gracias a los manejos de algunos autónomos y muchas empresas--, y nadie hace nada por atajar el fraude fiscal, ahora me van a decir que van a controlar si las pérdidas de las empresas son reales. ¿Hay alguien que no haya oído que las empresas tienen dos contabilidades, y que una de ellas sirve para engañar al fisco? Pues con estos mimbres quieren hacer el cesto.

Morajela: las empresas con pérdidas se multiplicarán con el fin de conseguir pagar menos por los despidos. Y si no al tiempo. ¿De qué se trataba, de conseguir incentivar el empleo o de que fuera más barato despedir? Saquen las conclusiones ustedes mismos.

Salud y República

P.D. La ilustración es de Vergara en Público


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