El Despoema
Estoy en uno de esos días pichados…
Todo lo escrito por mí
me parece basura,
un desperdicio de teclas,
de tinta
y hojas que podrían haber llegado vírgenes
al matrimonio, pero no;
por mi culpa no podrán.
Me arden los ojos,
queda poco dinero en la billetera
y no hay indicios de un buen poema.
Vos estas en la otra pierna
de la ciudad que se abre
pariendo autos y gente.
Creo que ya todas las buenas metáforas
fueron usadas,
no hay poesía en tantas cosas.
por ejemplo
ese gel para el cabello
que se para de cabeza en la cómoda,
ese espejo que recorta un pedazo de mi casa,
ese montón de hojas
masacradas por mi horrenda letra,
que yacen en el escritorio,
donde puse mis amores apilados
y les disparé a quemarropa.
Esa taza con té muerto
mirando cielo, oscuro cielo de Pizarnik.
dos parlantes que me hablan
como si me importaran
sus historias.
Tengo un bache en las manos
que nadie viene a rellenar.
Me acuesto en un badén
a que me pisen los autos,
¡Un badén!
¿No les digo que es basura
lo que escribo?
¿Quién pone un badén
adentro de un poema?
Sólo alguien que no está inspirado
porque te tiene lejos,
¡Carajo!
qué lejos estabas al final,
la ciudad es chica
pero hoy se expandió.
La gente camina y tose
tapándose la boca
para que no se le salga
la poca primavera
que les queda en la garganta.
Por lo pronto yo me voy hasta la plaza
a buscar una pluma de paloma
y ponérmela bajo la lengua,
a ver si así me dejan de doler
las personas que se me volaron.
Estás lejos,
horriblemente lejos,
te fuiste a la peor ala
que se puede ir una persona:
ala mierda,
como el poema,
como todos mis poemas
cuando sé
que estás lejos.