Toooodo el mundo habla del destete de la teta, hay mucha información que leer sobre el tema. ¿Pero qué pasa con el destete del tete?!!! En casa, a la mayor la desteté (de la teta) y la peque se destetó sola. Cero dramas (yo sé que esto es un lujazo que en muchas casas el destete de la lactancia materna es un tema y puede ser bien difícil), todo salió bien y no sufrió nadie.
En la nuestra, lo difícil, es el destete del tete. Y tengo dos casos distintos, como siempre :)
La terremoto mayor, siempre fue una fanática del chupete. En la clínica, con menos de 24hrs de nacida, nos preguntaron si teníamos un chupete, porque lloraba mucho y quizás así se calmaba mientras bajaba la leche o mientras estaba en esas cunitas/incubadoras para la temperatura, para la ictericia o para esto o para lo otro. Total, que no había cumplido ni dos días y ya llevaba chupete.
Si hubiera leído yo sobre lo mal que iba el chupete a la teta…creo que no se lo hubiera dado. Porque aunque sí había oído que reducía la muerte súbita, creo que ese chupete no ayudó mucho a nuestro difícil comienzo de la lactancia. A ella el chupete le encantaba, la teta no tanto. Y fue dependiente del chupete hasta bien mayor.
Quisimos quitárselo cerca de los dos años, pero entre la mudanza de casa, de guardería y el nacimiento de su hermana, no fue el mejor momento. Así que desistimos. Al final, como en la guardería no podía llevarlo, se había ido acostumbrando a usarlo cada vez menos durante el día, y progresivamente (alrededor de los tres años) lo fue dejando. Pero por la noche era sagrado!!! Necesitaba tenerlo y era de las que no lo suelta en toda la noche. su profesora de guardería (no me preguntéis cómo) consiguió que un día probara a dormirse sin. Y estuvo tan orgullosa de haberlo conseguido, que hasta ahí llegó el chupete.
En el caso de la enana, nunca le llamó la atención el chupete de bebé. Apenas los usó los primeros 8 meses, y ella con su teta tenía suficiente. a los 8 meses yo volví a trabajar y cuando la teta no estaba cerca, estaba el chupete. Aun así, siempre que estuviera yo, no quería saber nada del chupete.
Tuvimos la oportunidad de quitarle el chupete en esa época, pero entre que se quedaba con la abuela y a ella le iba bien que usara chupete, y que parecía no depender mucho de èl…se nos fue olvidando. error de “bimaternidad primeriza!!!” Porque entonces, dejó la teta por propia voluntad. Y ahí, de la noche a la mañana y sin darnos cuenta, el chupete era esencial! Un año después, con 30 meses más o menos, empezamos a reducir progresivamente el rato de chupete, y parecía que iba funcionando (por aquel entonces empecé esté post). Pero…tachán! la cambiaron de clase en la guardería…y hasta ahí llegamos. volvimos al chupete para todo. Pasó una época muy sensible (terminamos sacándola de la guardería por varias razones) y el chupete parecía ser lo único que la calmaba. Con la dependencia del chupete incluso tuvo un retroceso en el habla, tema con el que ya iba a su ritmo pausado, pues no se lo sacaba para hablar y, si le pedías que lo hicieras, terminaba pidiendo con señas.
Superada la adaptación al colegio, pensamos que era un buen momento para intentarlo de nuevo…pero no había manera. Si los quitábamos de la vista (porque siempre tenemos uno de emergencia) un día ni se enteraba y el otro los pedía desesperada. Hasta que una tarde de sábado, perdió los dos chupetes. Y nos encontramos, sobre las 9 de la noche, en casa y sin chupete. Y a sufrir se ha dicho.
Le costó pero se durmió, sin llanto ni nada. Yo ya pensaba en el post que leí en el blog de padres frikerizos y pensaba si podríamos encontrarnos ante un milagro igual de inesperado. Al día siguiente no lo pidió tampoco, y aunque al irse a dormir mordía un muñeco como si le faltara algo, en ningún momento lloró ni lo pidió ni nada. Al día siguiente ni acordarse. Pero a contar de la tercera noche la etapa nocturna se complicó. No lo detallo porque os las conté aquí, pero el resumen es que la pequeña durante el día era consciente que no necesitaba el chupete, se empezó a expresar mejor, ha ido dejando de señalar para pedir con palabras…todo positivo. Pero por las noches sufría mucho. Así que terminamos volviéndole a dar el chupete por la noche, porque yo no podía más con el no dormir o dormir semi estirada en el sofá, y porque ella parecía “dr. jekyll y mr. hide” entre la actitud nocturna y dura frente al chupete.
¡Cómo lo hicimos? Yo, de ideas geniales, tenía la intención de ponerle el chupete siempre que se despertara por la noche, pero escondérselo antes que amaneciera. Así solucionábamos las noches pero no poníamos en peligro lo conseguido durante el día. Peeeeeero, llega el sábado y a mi se me olvida esconderlo. Lo dejo debajo de mi almohada con la mala suerte que se ponen a hacer torre de almohadas de buena mañana…y la peque descubre el chupete. Y entonces, además de una fiesta, empieza a preguntar si lo puede llevar todo el rato.
Le conté que llevábamos días sin tete, que ella no lo había usado ni lo había echado de menos. Hablamos del libro que se sabe de memoria: Edu ya no necesita chupete.
No sé si la convencí, o se dio cuenta que de verdad no lo necesitaba, o se olvidó un rato después. Desde ese día hemos tenido diferentes y largas conversaciones para intentar que el chupete no saliera de la habitación. Un día lo llevó hasta la puerta del colegio y me lo dio para llevarlo a casa, otros días lo deja sin problemas bajo su cojín, otro día quiso irse a dormir a las 6 de la tarde para poder usarlo, y otros días a preferido quedarse viendo la tele en el salón que ir a dormir donde estaba el chupete. No se lo escondemos, no la hemos chantajeado, no la hemos condicionado de ninguna manera. Siempre le cuento lo mismo. Que ella no lo necesita y puede estar sin, pero que si quiere llevarlo consigo, que lo lleve. Intento que no se lo ponga durante el día, porque la verdad que su lenguaje se ha desarrollado de forma exponencial en unos días.
No es el destete definitivo del tete, pero por el momento hemos avanzado mucho. Cuando el chupete haya desaparecido del todo actualizo el post para contaros.