El día 0

Por Marco Esteban Mendoza

Prólogo a 124 años de la construcción de una utopía. Hace ya más de un siglo, un joven maestro rural inicia su labor magisterial. Celestín Freinet se enfrenta a los desafíos de una práctica educativa profundamente influenciada por una escuela rígida que se resiste a desprenderse de sus raíces religiosas. Entre tanteos y reflexiones, comprende que la transformación pedagógica se encuentra en esos estudiantes que, con su indiferencia, resistencia e imaginación, construyen de manera subterránea mecanismos para sobrevivir en la escuela. La cooperación es uno de los primeros principios que impulsa con ahínco. La vida en el aula adquiere una nueva dimensión cuando el trabajo centrado en el docente da paso a un enfoque donde todos (trabajaba solo con niños en esos primeros años) tienen un papel protagónico. La cooperación en el aula se expande al ámbito magisterial. Freinet percibe que el éxito de su propuesta educativa no puede ser una experiencia aislada. Convence, invita e impulsa sus técnicas, y así el proyecto crece como una bola de nieve.

124 años después, docentes de más de 20 países se congregan en un estado donde la cooperación, a través del tequio y la guelaguetza, está arraigada en la cultura comunal. Freinet ha sido reinterpretado por cientos de docentes, y el Movimiento Mexicano para la Escuela Moderna ha jugado un papel importante, sin restar importancia a los numerosos colegas que, de manera independiente, han diseminado sus ideas en la Verde Antequera. Desde la Ciudad de la Resistencia, llegan maestras y maestros de Ghana, Burkina Faso, Togo, Camerún, Senegal, Chile, Colombia, Argentina, Brasil, Uruguay, Canadá, España, Francia, Italia, Alemania, Austria, Suiza, Bélgica, Polonia, Japón y otros lugares que en este momento no recuerdo. Han llegado con sus maletas, y sus rostros expresan sorpresa, emoción y entusiasmo, así como en algunos casos angustia, preocupación y desazón al llegar a un país que imaginaban como las imágenes estereotipadas de un México colonizado (en parte porque, de una u otra manera, en estas tierras siempre ha habido una permanente negación a ser subordinado) o al descubrir los millones de habitantes que poblamos estos cerros, cañadas, barrancas, costas, valles, bosques, sierras, hielos perpetuos, desiertos, manglares, camellones, entrepuentes, sótanos y calles.

 Desde hace casi un mes, Katrien Nijs de Bélgica y Andi Honegger han iniciado un recorrido por diez escuelas públicas y comunitarias del MMEM. Con sus propias reservas y maneras de entender a Freinet, expresan satisfacción al conocer cómo las niñas, niños y jóvenes de preescolares, primarias rurales y urbanas, y secundarias públicas y comunitarias viven con estos docentes del MMEM una nueva forma de hacer escuela. Así, desde Apoala, Jaltepec (ambos de Oaxaca), Totoapita La Herradura (Hidalgo), Barrio Nuevo, los Héroes 3ª sección (Ecatepec, Estado de México), Chimalhuacán (Estado de México), Milpa Alta, el Ajusco Medio, La Peralvillo y Miiravalle, van transformando aulas en utopías vivientes. Esta primera avanzada es la vanguardia de este Día 0, el día que antecede al Encuentro Internacional de Educadores Freinet agrupados en la International Federation of Freinet Movements (FIMEM).

Como hormigas anarquistas (es decir, trabajando en colectivo aunque sin seguir un solo camino), contribuyen a mostrar la dignidad de un magisterio que, desde las escuelas públicas, comunitarias y particulares, asumió la organización de un RIDEF que surgió más en la provocación lingüística que en el análisis y consenso de los dos movimientos Freinet de México (MMEM y MEPA, Movimiento de Educación Popular Alternativa de la Red de Educación Alternativa). Aquí, en la Ciudad de Antequera, corremos de un lado a otro, colocamos mesas, transportamos colegas, tramitamos espacios, bromeamos, reímos, comemos, amamos, y también hacemos del baño y nos duchamos a diario (je, notamos que a los europeos no les gusta hacerlo todos los días). A pesar del cariño, la venganza de Moctezuma arrasa con el estómago de los docentes Freinet de otros mundos. A pesar del gusto por la gastronomía, los efectos no se hacen esperar. Cuando nos vemos en la escuela secundaria Moisés Sáenz o en las calles aledañas al Llano, las caras de estos colegas, aunque sean suizos y alemanes, se llenan de sonrisas y sus ojos destellan un brillo de emoción.

Aquí iniciamos con orgullo y dignidad otro RIDEF más, RIDEF Oaxaca 2024. Así que si quieres conocer y te interesa aprender, estás invitado. Este lunes 5 de agosto por la tarde, podrías asistir a un taller corto o a nuestra Feria Pedagógica.