Revista Cuba

El día D para Venezuela puede ser Diciembre 6

Publicado el 21 octubre 2015 por Yusnaby Pérez @yusnaby
VENEDIAD

Hace unos días compartí un video grabado en Venezuela donde la Guarachera de Cuba, Celia Cruz, le cantaba a los venezolanos “Yo soy la Voz” y en su letra decía: “Yo soy de Cuba la voz” “soy de la Cuba de ayer” “soy libertad” “Pero llegará el momento en que haya libertad”, etc.

Y en ese programa de televisión, los venezolanos escuchaban a Celia, quien vivía exiliada en New York, cantar que era la voz de Cuba, de la Cuba libre y lo cantaba en una Venezuela libre.  Pero la vida es caprichosa y aunque ese día Celia cantaba en una Venezuela libre, ¿Quién nos iba a decir que iba a suceder todo lo que ha pasado en la patria de Bolívar? Celia murió en New York sin poder regresar a la Cuba libre que tanto amó.

Hoy Venezuela ya no es libre. Es gobernada por un inepto y autocrático dictador, que se cree socialista sin entender lo que es el socialismo, y que por supuesto, es incapaz de resolver los gravísimos problemas que se están viviendo, pero que viola los derechos humanos y encarcela a todos los líderes de la oposición que procuran una Venezuela libre y democrática. Nicolás Maduro se da el lujo de ignorar las más elementales normas del derecho, el debido proceso y las voces de casi todos los líderes del mundo, y mantiene encarcelados muchos venezolanos incluyendo a gente valiosa como Leopoldo López,  Antonio Ledezma, y ahora a Manuel Rosales.

Su nivel de aprobación es de menos del 27%. Nadie lo quiere en Venezuela, porque su ineptitud lo ha llevado a destrozar el país. Ha puesto de cabeza a la economía, la escasez de productos en Venezuela es hoy mayor que en Cuba, y la inflación y la devaluación del bolívar han hecho que los salarios sean raquíticos. Los venezolanos subsisten casi de milagro.

Pero Venezuela todavía no ha llegado a un punto, donde no se pueda rescatar. El próximo 6 de diciembre es el día D para Venezuela. Ese día habrá elecciones legislativas y si se mantiene la tendencia actual y se respeta el voto del pueblo, los marxistas venezolanos pueden sufrir una de las derrotas más contundentes que gobierno alguno ha recibido en las urnas. Perderán el control de la Asamblea Nacional y la oposición democrática podrá dominarla por completo. Pero no lo den por sentado, no será fácil. A los comunistas no les gusta entregar ni compartir el poder.

Sin duda que de ganar la elección como se espera, la nueva Asamblea Nacional podría decretar una amplia ley de amnistía y dejar en libertad a todos los presos políticos incluyendo desde luego a todos los líderes presos. Luego podría iniciar un proceso para impugnar y remover al presidente Maduro pero Maduro no se va a dejar y ya ha lanzado amenazas de que no va a permitir que la oposición le arrebate al pueblo su Revolución, como si los que van a votar el 6 de diciembre no fueran los propios  venezolanos. Maduro tiene múltiples escenarios para impedir entregar la Asamblea a la oposición.

Por ejemplo, podría buscar un “pretexto” para suspender las elecciones y gobernar por decreto.  Existen mil razones aunque ninguna sea válida. Un posible escenario podría ser un estado de guerra con Colombia y ya Maduro ha ensayado como provocar el conflicto. Si no hay elecciones, Maduro no perdería. Entonces, dotado de “poderes especiales”, podría modificar la constitución para eliminar el riesgo de perder electoralmente.

También podría suspender las elecciones como Fidel Castro hizo en Cuba, diciendo simplemente ¿Elecciones para qué? y aunque el pueblo protestara, él tiene el poder de los militares.

Pero también podría celebrar las elecciones, organizando un fraude descomunal que le dé la victoria a toda costa. Para ello cuenta con la complicidad de las autoridades electorales y ha estado cambiando la estructura de la suprema corte de justicia para tener un quorum que le sea favorable y que legitimase cualquier fraude electoral que cometa.

Otra opción sería celebrar las elecciones y perder, para después acusar a la oposición de haber realizado un fraude y organizado un golpe de estado electoral. En ese momento lanzaría a sus milicianos a las calles creando una situación de guerra civil tácita, que resolvería  ordenando la intervención del ejército, y dando un contra-golpe de estado “Bolivariano”. Los resultados electorales serían anulados y la constitución suspendida. Maduro pasaría a ser oficialmente “Dictador” y  en poco tiempo  destrozará lo que queda del país y, al igual que los Cubanos hablamos de la Cuba de ayer, los venezolanos hablarán de la Venezuela de ayer.

No contemplo la remota posibilidad de que Maduro pierda las elecciones y tranquilamente respete los resultados. No visualizo ese escenario ni en mis sueños más locos. Podría llegar a pasar, pero lo veo muy poco probable. Si la oposición no consigue apoyo y solidaridad de una fuerza que pueda equilibrar el poder de Maduro y que lo obligue a respetar y aceptar el resultado, sea el que sea, lo más probable será que Maduro se robe el poder por las malas.

Le deseo suerte a los venezolanos en este mes de diciembre, y ojalá se logre que el 6 de diciembre sea el punto de inflexión que necesita Venezuela.


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