Por supuesto, aquí tienes un extracto de menos de 50 palabras:
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La Rosaleda de la Casa Blanca volvió a ser escenario del poder simbólico. Trump, en su segundo mandato, proclamó desde allí el “Día de la Liberación”, en una escenificación cuidada al detalle que confirma su estilo: política performativa, gestualidad grandilocuente y narrativa populista elevada a espectáculo presidencial.
Si quieres saber más clica en el siguiente enlace: El ‘Día de la Liberación’: Trump reinventa la narrativa desde la Rosaleda .
