Revista Coaching
¿Has tenido alguna vez la sensación de que todos los días son iguales, de que el tiempo avanza pero todo alrededor sigue igual? ¿Has tenido la sensación de no avance, de que los problemas se repiten día tras día en un ciclo sin final?
Hace unos días hablaba con una amiga de esta sensación y al hilo de ella nos acordamos de la película "Atrapado en el Tiempo" protagonizada por Bill Murray. Si no has visto la película te resumo el argumento:
Bill Murray es un comentarista del tiempo que es enviado a cubrir un evento, "el Día de la Marmota, que se celebra cada 2 de febrero en un pueblo de Pensilvania.
El personaje que interpreta es una persona egocéntrica, en busca de su propia satisfacción e indiferente a las necesidades de los demás. Phil, que así se llama el comentarista se acuesta el día 2 de febrero para darse cuenta al volver a levantarse que se ha quedado atrapado en un nudo del tiempo y que el mismo día se repite una y otra vez, aunque nadie más parece darse cuenta de ese detalle excepto él.
Al principio Phil se aprovecha de esta situación y se divierte jugando con ventaja al conocer y saber de antemano con quien se va a encontrar y que le va a decir. Consigue información para poder manipular y sacar su propio beneficio. Pero la situación empieza a convertirse en una pesadilla cuando observa que puede satisfacer esos deseos momentáneos de forma inmediata. Empieza a aburrirse de la situación. Ya nada le satisface y lo único que quiere es que ese día se termine cuanto antes. Incluso intenta suicidarse, pero desgraciadamente vuelve a levantarse el mismo día en el mismo pueblo.
Al final y después de un gran sufrimiento, ya que no sabe que más puede hacer para salir de ese bucle sin fin, decide que puesto que no puede cambiar el mundo va a cambiarse a si mismo. Comienza a cambiar su mentalidad y empieza a realizar buenas acciones y a ayudar a las personas con las que se encuentra una y otra vez. Aprovecha la ventaja de la información que tiene no en su propio beneficio sino para solucionar los problemas de los demás. Comienza a ver la situación como una oportunidad de dar y aportar a los demás. Y observa que su estado de ánimo cambia, se siente mejor al compartir con todo el pueblo ganándose de esta forma el corazón de sus habitantes, así como de sus compañeros de trabajo.
Y su pesadilla se termina. Tras poner fin a un ciclo sin fin se levanta un nuevo día al lado de su alma gemela.
Esta semana y como consecuencia de la lectura de un libro que guarda relación con "El Curso de Milagros" esta película ha vuelto a mi cabeza de nuevo. En ese libro "La Desaparición del Universo" se explica de manera muy sencilla y amena como cuando nos dejamos guiar por nuestro "ego" (la parte de nuestra mente que vive en el pasado y se proyecta en el futuro) cuya raíz es el miedo y la culpabilidad, nuestro camino se repite en un ciclo sin fin de rencarnaciones. Alejados de aquello que Realmente Somos, tendremos momentos buenos y malos, experimentaremos el amor pero también el conflicto. Es normal ya que la base de operaciones del ego es un Universo Dual, el reino de los opuestos.
Dentro de esa dualidad habrá momentos que desde nuestra perspectiva limitada nos parecerán agradables, incluso emocionantes, para luego dar lugar a otros que no lo serán tanto. Y por más que nos propongamos evitar estas situaciones no será posible dado que la dualidad significa precisamente eso. Incluso en los momentos "aparentemente buenos" seguiremos anhelando algo más, el vacío seguirá presente porque estamos intentando llenarlo con algo que no es "real". No hay que olvidarse que el objetivo del "ego" es "busca y no halles". Y de esta manera nos enfrascaremos en una huida hacia adelante en pos de una ilusión que no puede aportarnos la Paz que somos.
Sólo cuando empezamos a cambiar la mente, el origen y la causa de todas la proyecciones que vemos y denominamos "mundo", y hacemos el cambio no del pesimismo al optimismo. Tanto el pesimismo (ver todo negro) como el optimismo (ver todo rosa) tienen el mismo origen, el pensamiento de que el mundo de ahí afuera es el responsable de como me siento por lo tanto voy a cambiarlo o a pintarlo de otro color a ver si cuela... El cambio es de la mente "errada", el "ego" a la mente "santa", el Espíritu. Cuando invitamos a que el Espíritu sane nuestra mente y nuestras percepciones, estaremos dispuestos a ver la Verdad de lo que esa situación o este mundo esconde. Y cuando nuestra mente esté llena del Espíritu conseguiremos, al igual que Phil, romper esta "maldición" y DESPERTAR a un NUEVO DIA. Como en el libro de "La desaparición del Universo" comenta, saldremos del ciclo de las rencarnaciones porque ya habremos vuelto a CASA.
El niño de las luces