
Sin embargo, el libro que hoy os comento es un excepción. Martínez Pisón hace un alarde de buena literatura en El día de mañana, construyendo una narración de múltiples caras que gira sobre Justo Gil, un joven corriente que acaba convertido en confidente de la brigada social. Serán los recuerdos que los demás personajes guardan de la vida de Justo y las consecuencias que para ellos tuvo el topárselo en su camino, lo que nos vaya desgranando este relato calidoscópico. El libro se articula como una gran pesquisa sobre este personaje principal al que Pisón no permite tomar la palabra más que por boca de los demás. Como veis una estructura literaria muy original y que te atrapa.
Son los años sesenta y setenta cuando la dictadura toca ya a su fin y se inicia el camino de la transición democrática. Martínez Pisón nos traslada a la cara más oscura de la sociedad donde el miedo y la inseguridad de unos alimenta los sentimientos más de viles de otros. Tiempos de incertidumbre y también de esperanza, de cambios. Tiempos donde todo es posible: hasta que un emigrante con ansias de prosperar acabe convertido en un vil gusano. La historia de una degradación, en la que no faltan pinceladas de humor.
Este libro fue galardonado con el Premio Nacional de la Crítica 2011 de narrativa. Para que veas que no me ha gustado sólo a mí...