Curiosidades
El día del libro y las rosas:
Se ha puesto de moda celebrar el día del libro en todo el mundo, pero lleva muchísimos años celebrándose en Catalunya (Cataluña), mi tierra natal. El día 23 de abril es el día de los enamorados y el día de los libros. Los caballeros regalan rosas rojas a sus amadas (San Valentín es un intruso que se ha colado hace poco, igual que el árbol de Navidad, Papa Noel o Halloween) y ellas a cambio les obsequian con un libro. Dicho así puede sonar muy machista, pero nada más lejos de la realidad porque una cosa es lo que dicta la “tradición” y otra distinta lo que ocurre.
¿Qué ocurre el día del libro?
Pues lo que ocurre es que la magia ocupa las calles de todas las ciudades, llenándolas de un sinfín de puestos en los que se venden rosas (la estrella es la roja, pero las hay de todos los colores) y libros. Las mesas de los tenderetes callejeros se adornan con Senyeres (la bandera de Catalunya) y se salpican con “joyas de papel”, que no sólo compran las mujeres para regalar a los hombres. Se trata de un día festivo, maravilloso, en el que todo el mundo se sumerge en la literatura (mujeres, hombres y niños) ya sea a través de cuentos, novelas o cómics. Si tenéis pensado visitar Barcelona, os recomiendo que lo hagáis el 23 de abril. ¡Vais a alucinar!
El día del libro en Catalunya el ambiente huele a papel, tinta y rosas. Todo el mundo parece contento y los amigos y familiares se desean Feliç Sant Jordi (Feliz San Jorge).Olga de Llera
Sant Jordi, patrón de Catalunya:
Sant Jordi es el patrón de Catalunya, pero lejos de tener connotaciones religiosas, se nos presenta como un personaje de libro, un héroe que cada año entra en las escuelas para hacer dibujar dragones, princesas, rosas y, de paso, enseñar a amar la lectura, las historias y los cuentos a los más pequeños.
No sé cuántas veces habré escuchado o leído la Leyenda de Sant Jordi. Cientos, quizás miles de veces. Aunque tú puede que todavía ni hayas oído hablar de ella, así que voy a contártela, para que averigües el porqué de la tradición de regalar rosas rojas (lo de los libros no tiene nada que ver con la leyenda, pero la combinación es fantástica ¿no crees?).
Nota para los que ponen «peros» a todo: Se trata de una leyenda y como toda buena leyenda las distintas «versiones» difieren ligeramente. Quizás mi «versión» no sea exactamente como la que te contaban de pequeñ@ o como una de las que has leído por ahí. Dicho queda.
La leyenda de Sant Jordi o Sant Jordi y el Dragón:
Había una vez un Dragón malvado que habitaba cerca de una pequeña aldea, atemorizando a todos los vecinos. El animal comía todo lo que encontraba a su paso, así que los aldeanos decidieron alimentarle cada día con un animal. Pero cuando las ovejas, las vacas, las cabras, los cerdos, los conejos y las gallinas se terminaron, el Dragón siguió buscando su ración de carne diaria. Así que para eludir su ira, los habitantes del pueblo decidieron entregarle cada día una doncella, joven y jugosa, para que llenara su estómago. Como no había voluntarias (como es lógico) optaron por escoger a la desafortunada mediante sorteo, pero el azar hizo que el nombre de la hija del rey fuera el primero en salir. El rey se hundió, pero debía cumplir con lo que habían acordado, así que llevó a su hija ante el Dragón. Y cuando el animal ya iba a hincarle el diente, se oyó el trote de un galope. A lo lejos, los habitantes de la aldea (y el Dragón) divisaron un jinete. Un caballero montado sobre un caballo blanco, lanza en mano, que se acercaba a ellos a toda velocidad. El Dragón, molesto por la interrupción, lanzó una gran llamarada contra el jinete y este, sin pensarlo dos veces, le clavó la lanza en el corazón.
—¿Quién es este caballero? — preguntaron los aldeanos.
—Jordi, para servirles —. respondió él.
Cuenta la leyenda que de la sangre del Dragón brotó un rosal lleno de rosas rojas y que Jordi tomó una y se la entregó a la princesa como muestra de su amor. Todo el mundo aplaudía y gritaba. ¡Por fin se habían librado de la bestia!
El rey propuso a Jordi que se quedara a vivir allí y que se casara con la princesa, pero él rechazó la oferta. Debía ir a salvar a más doncellas.
Desde aquel día un rosal de rosas rojas brota cada 23 de abril en el mismo lugar donde murió el Dragón.
Los orígenes de la tradición de la rosa y el libro:
En realidad esta tradición se celebra el 23 de abril porque es la fecha en la que murió el caballero Jordi, concretamente en el año 303. El Santo, que se negó a seguir las órdenes del emperador Diocesano (el cual quería que persiguiera a los cristianos) fue martirizado y decapitado. Como ves, la historia real es bastante más sórdida que la que cuenta la leyenda, pero este hecho consiguió que el caballero Jordi quedara como un mártir y gracias a ello aparecieran historias fantásticas ligadas a su figura.
El culto a Sant Jordi, que desde 1456 es patrón de Catalunya, se extendió por los Países Catalanes durante la edad media. Aunque la fiesta, tal y como la conocemos hoy en día, empezó a tener relevancia a finales del s. XIX, con el movimiento político y cultural del renacentista.
Aquí puedes ver un vídeo mapping sobre la Casa Batlló que se hizo en 2015, el cual giraba entorno a la figura del Dragón, muy presente en toda la ciudad de Barcelona.
Mi primera novela y la tradición del día del libro:
Como ves, el día del libro es un día muy importante para los catalanes, por eso en mi primera novela El Hilo Rojo decidí que Caterina, la protagonista, naciera en esa fecha: un 23 de abril de 1900. Me gusta tanto ese día que, además, puse otro detalle. En uno de sus cumpleaños su tío le regala rosas. Como no sabía si era costumbre regalar esa flor a principios de siglo, investigué, y lo que descubrí fue lo siguiente:
- La tradición del libro y la rosa se remontan a épocas distintas.
- En el s. XV ya se celebraba en el día de Sant Jordi una feria dedicada a las rosas, también conocida como «Fira dels enamorats» Feria de los enamorados, en el patio de la Generalitat.
- A partir del s. XVII se regalaban rosas a las damas que asistían a los actos organizados por la Generalitat.
- La popularización de la costumbre de regalar rosas llegó con la Mancomunidad de Catalunya, en 1914.
- La idea de celebrar el día del libro fue de un escritor y editor valenciano Vicent Clavel, establecido en Barcelona.
- El primer día del libro fue el 7 de octubre de 1926, coincidiendo con el aniversario del nacimiento de Cervantes.
- Después se trasladó al 23 de abril (puede que por cuestiones climatológicas) ya que la iniciativa no había tenido demasiado éxito. Y visto lo visto, fue un acierto.
Por los pelos, pero sí que pude escribir que regalaban rosas a Caterina, puesto que era en su décimo sexto cumpleaños (1916) y la tradición ya estaba asentada.
Y para terminar, te voy a contar una anécdota personal (si es que se puede llamar así). Mi hijo tenía que nacer el día de Sant Jordi. El 23 de abril yo salía de cuentas. La verdad es que me hubiera hecho ilusión que naciera ese día. En primer lugar porque es un día muy bonito para venir al mundo. Y en segundo lugar porque ¿qué más puede desear un escritor? ¡Tener a su primer hijo el día del libro! Hubiera estado bien, pero nació el 30 de abril (y porque le sacaron por cesárea, que sino, seguiría tan tranquilo en mi barriga). Qué le vamos a hacer… yo le quiero igual
Y hasta aquí la leyenda de Sant Jordi y el día del libro. ¡Gracias por leer hasta el final!
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PD: No, mi hijo no se llama Jordi. Por si te lo estabas preguntando.
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Sobre la autora
Olga
Adicta al chocolate y soñadora, me dedico a escribir por placer.
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En la novela de El Hilo Rojo podrás adentrarte en las peculiaridades de la Barcelona de principios del S. XIX, tradición de Sant Jordi incluída.