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El día en que me ofrecieron 6000 euros por casarme

Publicado el 15 febrero 2016 por Mediasmentiras @mediasmentiras
ofrecieron 6000 euros casarme
Eran tiempos difíciles. Las compañías no eran las mejores.
Yo vivía en una ciudad costera y pasaba demasiado tiempo con personas que de otro modo no habría cruzado una mirada. Todas tenían una característica común: no eran españolas.
El dinero escaseaba, la necesidad aumentaba y las circunstancias eran las ideales para propiciar una propuesta de esta naturaleza.
Todo empezó una mañana de febrero cuando llevé a una brasileña a Olot a casarse con un amigo suyo. Es largo de explicar este tema. Yo hacía de chófer para llevar a la novia a una boda civil con su mejor amigo con la excusa de que era para beneficiarle a él con no sé qué temas legales jurídicos que estaban vinculados a una patria potestad. Un lío. No era de mi interés. Yo llevaba a esa persona al enlace y cobraba por ello, lo demás no era reseñable.
Una vez efectuada la pantomima me invitaron a unas cervezas. Las mismas se llevaron a cabo en un barrio marginal en el que mi coche con rayones y suciedad no desentonaba mucho. De todas formas alguien decidió que mi carrocería era buena para hacerse un huevo frito mientras yo estaba celebrando el convite que con tanto amor se había celebrado.
Ese día hablé poco, prefería no saber nada. Siempre he elegido la táctica Infanta cuando creo que algo no está del todo bien.
Entre tapas y Estrellas la brasileña recién casada me soltó a bocajarro y sin vaselina:
- ¿Quieres casarte?
- No soy muy favorable a la poligamia, cielo. ¿No te parece un poco fuerte proponerme esa cosa ahora con tu marido delante? (aunque estuviera fumado escuchaba, creo)
- Jajajaja, no, no, no es conmigo, es con una amiga. Mira, se llama Paola, tiene 26 años. Ofrece 6000 euros a quien se case con ella. La he hablado de ti y dice que eres "mono".
- A ver, enséñame una foto, seguro que es un "bicho"...
Me enseñó la foto y era una pedazo garota que bien podía estar en Ipanema o en un desfile de Victoria Secret.
- ¿Es transexual? ¿Es Photoshop esa instantánea?
- Jajaja, no, no. Es ella, así es. La verdad es que no sale muy guapa en esta foto.
- ¿Y para qué quiere una mujer así casarse con alguien como yo?. Tienen que sobrarle pretendientes. ¡Y pagando!
- Es un tema de papeles. Necesita la nacionalidad española para poder viajar por Europa y poder desempeñar su trabajo.
- ¿Es investigadora? ¿Modelo?
- Es scort. Pero vamos, a ti eso no te tiene que importar. Ella te paga y te olvidas de que estás con ella casado.
- Eso es un delito.
- Por eso se paga tan bien.
- No creo que esté bien pagado.
- Pues olvida esta conversación si no te interesa.
Así lo hice. La olvidé hasta hoy que vaya-usted-a-saber-el-motivo me ha venido a la mente.
De la ofertante no supe más, de mi "amiga" que había trabajado en la Jonquera y que se dedicaba al extraperlo de pieles procedentes de Recife. A las dos semanas perdimos el contacto. No me dio tiempo a negociar esos 6000 euros.
Uno, a veces, parece legal.

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