Revista En Femenino

El día en que mi bebé se convirtió en una nena

Por Mamikanguro @MamiKanguro

Mi hija más chica, Bernarda, nació por cesárea programada el 27 de abril de 2009.  Fue una bebé enorme: pesó 4,600 kg y midió 54 cm. ¡Y eso que nació un mes antes de la FPP!

bernarda: el dia en que mi bebe se convirtio en una nena

Al ser la más chiquita de la casa, desde el primer momento fue la más mimada. Sus hermanas Rosario y María Pía se desviven desde el primer día por cuidarla, atenderla y hacerla jugar. Le enseñan con muchísima paciencia todo lo que necesita saber a sus dos años… cómo pedir las cosas para conseguirlas (ahora, andá y llorá!!!! escuche el otro día ), cómo ponerse las zapatillas en el pié que corresponde, y ahora, cómo darse cuenta de que necesita ir al baño!

Bernarda hace aproximadamente dos meses comenzó a dejar los pañales. Como mamá experimentada que soy, no la presioné en ningún momento, comprendí que era una situación sumamente estresante y difícil para ella que se debatía entre dejar los pañales y volver a ser una bebé chiquita que hasta el chupete pedía.

Pero algo cambió en ella esta última semana:  apenas se levanta se saca el pañal y solita se va al baño. Después no pide en todo el día el pañal. No sólo que no ha tenido ningún accidente, si no, que de vez en cuando la veo pasar como alma que se la lleva el diablo al baño y luego siento el ruido de la descarga de agua. Y cada vez que sale, me anuncia muy orgullosa que fue lo que hizo…

Es una dulzura verla y oirla. Ese día en que se deshizo de su pañal y que fue sóla al baño, mi bebé se convirtió en una niñita. Y lo digo con todo el orgullo pero no deja de pesarme un poco en el corazón el hecho de que mi hijita ya no es un bebé, mi bebé.  Ahora habla todo el tiempo con sus hermanas de que va a ir al cole, me pide la ropa que se quiere poner y ¡se la pone sola!, han cambiado sus juegos y su lenguaje va tiñéndose de nuevas palabras y expresiones, su motricidad fina es impecable … pero el punto de quiebre fue este, el dejar los pañales.

Y si bien estoy feliz y orgullosa, no dejo de estar un tanto triste porque mi bebé creció. Ya es toda una nena.


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