Revista Educación

El día que conocí a Jordi Sierra i Fabra

Por Siempreenmedio @Siempreblog
El día que conocí a Jordi Sierra i Fabra

Es posible que ya hayan visto varios vídeos de la charla que mantuvo el escritor Jordi Sierra i Fabra con jóvenes, dentro del proyecto Aprendemos Juntos de BBVA, en colaboración con El País y Santillana. Es uno de esos contenidos que se viraliza para bien, que consigue animar, impulsar y apoyar a miles de desconocidos. A mí no me sorprendió el efecto que tuvo, eso sí, me alegré muchísimo por este autor, de gran importancia en la Literatura Infantil y Juvenil (y lo pongo con mayúsculas iniciales porque, por desgracia, para muchos este tipo de narrativa parece ser menos importante que la que se dirige a adultos), porque lo consideraba uno de los autores injustamente desconocidos pese a que, en los últimos años, hubiese recibido algunos reconocimientos por su carrera.

Yo les puedo contar cómo era Jordi Sierra i Fabra hace casi treinta años. Igual. Como lo ven ustedes en ese vídeo, con esa fuerza y capacidad de conquistar a los jóvenes, con esa energía vital que se contagia. Cuando yo era pequeña y me preguntaban qué quería ser de mayor, en mi ignorancia, decía que "periodista de música", así que cuando, con quince años, el señor Jordi Sierra i Fabra apareció por mi colegio con ese carisma y un pasado como redactor y fundador de revistas especializadas en el sector musical, el alma se me encogió de emoción. Entre nuestras lecturas obligatorias de aquel año estaba La balada del siglo XXI, un libro que combina música, éxito, amor, fracaso y drogas, así que lo tenía todo para engancharnos. En aquella conferencia nos encandiló y yo me convertí en seguidora fiel. Lo curioso es que quince días después, otro escritor visitó el colegio y cometió el error de decir que él no escribía libros como churros, en quince días, como hacían otros que se llamaban escritores serios como Sierra i Fabra. Diré el delito y no el pecador porque han pasado muchos años y me temo que el tiempo ha puesto a cada uno en su sitio. El abucheo fue generalizado en aquel momento y la profesora se vio obligada, con vergüenza, a explicar las razones. Pero más allá de las batallitas que les cuento lo que quiero decirles es que la vida no ha sido fácil para este escritor, ni cuando era un niño y le echaban sus sueños por tierra, ni cuando abandonó una exitosa carrera en las revistas musicales para dedicarse a la literatura. Aunque ya hayan visto este vídeo antes yo les recomiendo que lo visionen cada cierto tiempo, a mí me sigue animando y recuerdo con una sonrisa a aquella joven ratón de biblioteca que conoció una vez a Sierra i Fabra y que tampoco tenía claro que pudiera convertirse en lo que quería. Y sigo sin saberlo, pero siempre lo intento.


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