El Dia Que Despertamos.

Y un dia lo increible fue real.
En las iglesias se tomaron de las manos como si fueran hermanos.
En los colegios se educaron alumnos antes de protestar.
Mamá y papá por fin se separaron, sin tanta pantalla social.
Y el trabajador trabajaba pensando en hacer y no en evitar.
El conductor decia la verdad, sin armas apuntandole la frente.
Las chicas caminaban por la calle sin tanto patrocinio en la mente.
La noche era sinónimo de alegria y no de pánico.
La gente se miró a los ojos.
Se pidió perdón.
Y se llenó de ánimo.
Los ancianos fueron los primeros finales felices de la familia, finales que aún no llegan, pero se disfruta quizás, la última partida.
Los chicos transformaron algunos de sus conceptos un tanto obsoletos.
La gente habló con Dios sin representantes en el medio.
La política fue la base y el accionar el pueblo.
El miedo era el medio para hacernos gigantes.
Las parejas eran de lealtad y no de instantes.
Los médicos priorizaron la vida.
Los años no pesaron más.
Las sonrisas ya no eran muecas.
Fuimos amigos de una libertad.

Caminamos porque sí.
Escuchamos al de la derecha y al de la izquierda.
Hablamos con razón, armonia y conciencia.

Y no…
No era el paraíso, pero estabamos cerca.
Y nos costó lo mismo de siempre:
Creencia.
Pero de la verdadera.
La que se huele, se mastica, se llora y se pisa.
Todo el tiempo, todos los grandisimos dias.
Hasta que no quepa duda.
Hasta que se quiebre la especulación,
Y se abra la cordura.
Y no haya grietas en ninguna parte, para que no puedan entrar los prejuicios y sombras retumbantes.
Hasta que no haya mas elección que creerlo.
Hasta que la vida real sea mejor que los sueños.
Leelo.
Cansate de leerlo.
Hasta que la vida real sea mejor que los sueños.