El día que el Tribunal Supremo del Reino de España dio la razón a ETA.

EL día que el Tribunal Supremo del Reino de España dio la razón a ETA.

Hoy quizá los miembros de ETA estén cobrando en forma de cenas, jamones y premios simbólicos varios la apuestas ganadas a los panolis de Sortu. Vamos que los llamados “posibilistas” dentro de la Izquierda Abertzale (Léase Arnaldo Otegi, y los reunidos alrededor creando Sortu) han quedado como eso, como panolis. ¿Pues no creían los ingénuos que en el Reino de España había vía posible para hacer política con medios exclusivamente “democráticos”? Síííí, lo creían, inocentes.

Han quedado como se preveía, como panolis, además de humillados, además de bajados de pantalones, despreciados. Y la tesis de ETA se confirma.

Digamos que en Batasuna hace un par de años le salieron “posibilistas”, gente que se creyó la mentira y el canto de sirena de los fascistoides en España. “Viás exclusivamente políticas”…”Rechazo de la violencia”..”acatamiento del orden vigente”….
-Oye, Que dicen estos españoles que si hacemos todo eso hay posibilidades de lograr objetivos politicos en la democracia española.
-¿”Democracia”? ya, no me hagas reir, y lo siguiente que te digan es que si los que quieren independencia ganan en las urnas, se puede ser independiente. ¡¡Anda ya!! ¿Quereis probar? Pues hala, venga, probad a ver y luego vemos que hay de cierto en todo eso.

Esta podría haber sido la conversación entre ETA y los posibilistas de Batasuna hace dos años.

-Vale, pero teneis que ayudar, dejad de hacer atentados para que el clima político mejore, no podemos hacer ese intento por vías políticas con acciones violentas por medio.
-Ok, anda, demuéstramelo. Demuéstrame que hay alguna vía aparte de la violencia.

Y así, Otegi y compañía se comenzaron a mover. Debates internos, asambleas, promesas a la base social de la Izquierda abertzale de que sumando voluntades entre nacionalistas se puede lograr que se respete la volutad popular, promesas a los presos y familares de que todo se arreglará así…

Y claro, Rubalcaba hace dos años se enteró de que la Izquierda Abertzale debatía el rechazo a la violencia, y ya entonces se le escapó en una rueda de prensa “Aunque Batasuna condene la violencia no será legal“. Hace dos años por verano esta frase escandalizó a toda la clase política en España ¿Cómo dice usted eso? ¿Si precisamente es que se desmarquen de la violencia lo que se les pide que hagan para ser legales y el amparo y jhustificación de la violencia lo que les ha hecho ilegales?

Rubalcaba no hablaba en vacío, él sabía lo que venía, tenía información de que se avecinaba un desmarque de la violencia por parte de la Izquierda Abertzale, o podía venir, tenía información del debate que Otegi y los suyos introducían, hace dos años. Otegi se comenzó a mover con su tesis, y la respuesta fue fulgurante, fueron inmediatamente detenidos Otegi, Diez Usabiaga, Permach, y la hija del Aralartarra Patxi Zabaleta. Significativo, unos tíos de la Izquierda Abertzale que inician un debate acerca de cumplir la ley de partidos, de rechazar la violencia deben ser eliminados. Fue la última hazaña del juez destituido Garzón, prisión para los incipientes, la penúltima fue Udalbiltza.

Llegó otoño 2009, los iniciadores del debate interno que era un órdago a la mayor a ETA y su estrategia armada están ya en prisión, incondicional y sin juicio. Dejan salir a algunos, con la condición de “No hacer política”. Otegi sigue en prisión.

Y a todo esto, los posibilistas se ganan a unos mediadores internacionales para que pidan a y exijan a ETA una tregua incondicional, “hay que probar que hay camino democrático” dicen. Pues vale, -dice ETA- Quereis verlo por vosotros mismos, ahí teneis tregua.

Todo esto sucede a ojos vista, en Euskadi todos lo hemos vivido casi al minuto, nace Sortu, no sólo afirma querer usar sólo vías institucionales y políticas, además usa términos que ni se le pedían, rechazo expreso a la violencia de ETA, acatamiento de la Ley de Partidos, estatutos que decretan la expulsión de todo militante que jhustifique la violencia o de todo cargo que no condene un atentado cuando se produzca…

Y la respuesta del Reino de España era la que ETA predecía a los ingénuos posibilistas, “no hay vía”.

Ya no es ue no haya vía para conseguir la independencia si se es mayoría social, es que ni hay vía para hacer política menor en las instituciones, ser elegido o votar al partido que quieras.

En este pulso ha ganado ETA, o las tesis de ETA, el nivel de libertades democráticas en el estado español es por debajo de 0, desde la tregua hemos tenido graves denuncias de torturas con violación vaginal incluida por parte de la también recién condenada por torturas Guardia Civil.

No sabemos si dar la oportunidad o acompañar, y acceder a las peticiones del Grupo de Mediadores, de Aralar, y de EA y  de los posiblistas, es un acierto de ETA, o un “verás lo que pasa”, lo que sí afirmo es que dar una tregua a quien no quiere tregua y al que quiere es aniquilarte es un error. Un error grave porque  no acepta la tregua, simple. Es una máxima “No des tregua a quien no te va a aceptar una tregua”. Y sucedió, lo previsible, a aquel que te quiere aniquilar, y dice que nunca va a hablar contigo de ninguna manera le concedes una tregua que no te pide, y se ríe de tí. Te desprecia, y te causa bajas, tú en cambio le procuras tranquilidad y libertad de manos. ¿Y ahora?

Vale, ahora ya has demostrado que todo eso de “vías pacíficas” era una monserga, una excusa que ponían porque pensaban que no se iba a cumplir, que el rechazo a la violencia no sirve para nada, incluso que esos que hoy rechazan la violencia, los de Sortu, pueden acabar en prisión 10 años por hacer política, je, qué cosas, qué paradoja, en la carcel de la misma manera si matas que si no matas, casi mejor matar, dirás, porque entrar a prisión por la cara es como para mear y no echar gota ¿no?. No atentas pero el ministro de la policía, que es muy listo y necesita atentados, si no los haces te monta una detenciones y las coloca como si fuera actividad tuya. O dice que esas preparando atentados, secuestros. ¿Y ahora?