El día que nació Lennon – @Ordinarylives

Maldigo el día que nació Lennon cada vez que escucho una de esas canciones alegres de Los Beatles en la radio camino a cualquier parte. Canciones pegadizas, acordes facilones culpa de ese duplo de compositores que fueron los cabezas del cuarteto de pop más famoso de la historia.

Una vida de café de máquina y tostadas frías, y tú todavía sin aparecer. Creo que el mal humor de estos últimos meses es culpa de que hayas desaparecido de mis días. De la noche a la mañana ya no estás y he de aprender a afrontar esta nueva realidad que ahora mismo me sigue superando.

Todo se reduce al aburrimiento. Rutina en el trabajo, rutina al salir de él y una llama más que apagada aquí adentro. El eterno sin sentido de la vida moderna.

Ha llegado ese punto en el que si miro al frente ya no hay horizonte, y todo son muros de ladrillo que no tengo ganas de saltar.

Has conseguido robarme la fuerza, las ganas, la esperanza de un futuro que pintaba menos negro cuando podía abrazarte por la espalda sin pedir permiso.

Tengo que ahogarme en lágrimas, cerveza y canciones amargas para sentirme menos solo, para ver que no soy el único pez de este acuario. Y no sé, no puedo ver la luz todavía, no soy capaz de mirar en otros ojos y descubrir lo mismo que vi en ti.

Siempre me parecerá pronto o demasiado tarde como para seguir, mirar hacia delante y dejarlo todo atrás. Siempre me parecerá que hubo un tiempo en el que todo iba bien, y se me empaña la sonrisa y se me llenan los ojos de niebla cuando hablo de ti.

Se me llena el pecho con aire de nostalgia, y los latidos aquí dentro no quieren dejar de correr a buscarte.

Eres ese maldito recuerdo al que tengo que olvidar por obligación, porque tan sólo me quedan dos opciones: o desapareces por completo y te borro de mi memoria, o voy a seguir muriendo por ti eternamente sin la opción de tenerte.

Supongo que por eso odio el día que nació Lennon y todas esas canciones alegres, porque sin ti, sin ti ya no las entiendo.

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