En 1964, la cantante británica Petula Clark grabó el clásico Downtown, compuesto y escrito por Tony Hacht. La canción se convirtió en número 1 en Estados Unidos y es un estandar válido para todas las épocas aunque represente muy bien el estilo pop de los 60.
Curiosamente, este tema optimista y alegre, es el que necesita oir Juliet Burke (Elizabeth Mitchell) para sobrellevar el enorme peso que le supone estar retenida en una misteriosa isla. Alejada de su hermana enferma y sabiendo que no ha completado aún su misión en la isla, es plenamente consciente que Benjamin Linus (Michael Emerson) no le permitirá volver a casa aludiendo a un objetivo inacabado encomendado por un místico personaje, que nadie parece haber visto, llamado Jacob.
Ante esta situación de inmovilismo, Juliet trata de adaptarse a la "condena" integrándose en la sociedad que los habitantes de la isla han construido gracias a la tecnología y las infrastructuras construidas por la Iniciativa Dharma. Una nueva y tediosa sesión del club de lectura la espera mientras Juliet sueña con volver al mundo que se encuentra más allá del océano. De alguna manera, querría reproducir el viaje que la canción enuncia: ir al Downtown, a un lugar que mueve el mundo y donde ocurren cosas, repleto de atractivos e intereses. Por desgracia para ella, su permanencia en la isla redunda en su aislamiento. Aunque todo cambiará el día en que un avión comercial de Oceanic Airlines se desploma en la costa...