Ya hemos tenido ocasión de hablar en este Blog de fichajes que estaban cerrados, en los que incluso el propio jugador se animaba a posar con su hipotética nueva camiseta. (Véase el caso de Rubén Sosa con el Real Madrid). Esta vez el protagonista de esta curiosa historia es el espigado y de sobra conocido jugador del Paris Saint Germain, Zlatan Ibrahimovic.
La foto desde luego no deja de sorprender, y eso que el sueco es todo un trotamundos. ¿Posando con la camiseta de un equipo de la Premier League? Pues sí, el mismísimo Arsenal. Resulta que en el año 2000, un joven Ibrahimovic de tan sólo dieciocho años despuntaba en el Malmö FF de su país, un equipo entonces en horas bajas recién descendido a segunda división. Ya por aquellas fechas, Ibra no dejaba indiferente a nadie: marcaba goles y despertaba cierta enemistad entre sus compañeros por su arrogancia, es decir, su clásica carta de presentación. En el verano de aquel año, Arsene Wenger, un entrenador famoso sobretodo por tener gran ojo con las jóvenes perlas de Europa, se fijó en él como posible nueve del Arsenal, un equipo campeón de la Premier dos años antes y que volvía a juntar un grupo competitivo que iban a dar más de una alegría a sus aficionados.
La operación se puso en marcha. El propio Wenger llamó personalmente a Ibrahimovic y le hizo llegar una camiseta con el dorsal nueve a la espalda. El traspaso rondaría los tres millones de libras esterlinas. Pero cuando parecía todo cerrado surgió el sello Zlatan y la operación se fue al garete. El entrenador galo solicitó al sueco que viajase a Londres directamente a las instalaciones del equipo cerca de St. Albans. Así lo contaba Ibra entonces: “Vi a Patrick Vieira , Thierry Henry y Dennis Bergkamp en la cancha. Pero lo realmente impresionante era que yo iba a conocer a Arsene Wenger . Me sentí como un niño pequeño cuando entramos en su oficina. Me estremecí un poco bajo su mirada. Era como si estuviera tratando de ver a través de mí. Él es quien elabora los perfiles psicológicos de sus jugadores.” Prosigue: “Me quedé sentado en silencio, avergonzado , pero después de un tiempo, perdí la paciencia. Un detalle. Wenger se levantaba de vez en cuando para comprobar lo que ocurría fuera de la ventana . Parecía como si quisiera mantener un ojo en todo.”Entonces, de repente se rompieron los esquemas. “Podrás hacer una prueba con nosotros”. Eso no era lo que se había hablado pero Ibrahimovic respondió rápido: “Dame un par de botas y haré las pruebas ahora mismo”. En ese instante intervino Hasse Borg, director deportivo del Malmö FF: “No no. No vas a hacer una prueba. O interesas o no”.
Finalmente el acuerdo se rompió. El día que estaba fijada la fecha de la prueba llegó a Wenger un escueto comunicado que decía ”Zlatan Ibrahimovic no hace audiciones“. Cosas del sueco. Apenas un año después, fichó por el Ajax que pagó ocho millones de euros por sus servicios y el resto de su historia es de sobra conocida: Milan, Inter, Juve, Barça… Títulos y éxito tanto personal como deportivo. La historia de este chico nunca deja de sorprender.
“Yo estaba feliz por fichar por el Arsenal. Tenían un gran equipo y era fantástico para mí poder jugar con ellos, pero yo no sabía que Wenger quería probarme antes. Dijo que primero quería ver si realmente era bueno y que debía pasar una prueba. No me lo podía creer. Pensé que me conocían o no me conocían y si no me conocían es que realmente no me querían fichar“
DAVID ABELLÁN FERNÁNDEZ