El día y su hipótesis

Parece que están en lo mismo…los días tratan de escapar de la monotonía…algunos rezagan en el trote de la tarde… otros, un azul alerta a la nostalgia… tal vez calculando,estatua local de la inercia… posible
un escenario de impresiones para su teatro.
El día, el poeta y vagabundo… es otro romántico en el carácter de lo desconocido; una señalque destripa, a Dios de un plural incógnito…sostiene… diría que, a mucha alma debajo de los altares de la hipocresía.
Pero, para él que no sueña el día es un arte de amar pubertario…como una nueva época… que espera escrita,ser la esperanza de cambios.
Su grito inocente tiene más validez qué la inferioridad de un rezo. Es la misma vida que en flores marchita…donde la cuna del tiempo, es un altar sin sentidopara el egoísmo de un narcisista.
Ya nadie más nos engaña, aceptamos la total integración; no hay más ambición, para que el oasis se convierta en espejismo…es el anterior segundoa nuestro más hermoso sentimiento.
La perfecta paz de un mismo factor dejó de existir…ciclos de ecos… vibraciones de amor donde descansan todos mis muertos…porque yo sé, que todos pertenecemos tanto a fuera, cómo intrínsecamente…en la antimateria de ellos.La inteligencia sin ser, es su pesadilla.
El día es un paso claro… delata la vergüenza de nuestra tortura de huellas y de cementerios.El día, un mensaje de una evolución en el ayer…sin dolor en todos los tiempos
nada le impresiona o afecta... 
continuos del tic tac determinan el paso 
y no importa de qué clase de nosotros somos en ellos.
El día es un espejo humanista, 
donde se miran los poetas unos a otros
contando sin temor a su asedio... de sus faltas.