No me consta que nadie haya calificado de refrán esta frase tan vulgar y otras semejantes, e ignoro el porqué, puesto que encierra un principio de los de más trascendencia. En este principio estriba toda esa endiablada ciencia espiritista, que indudablemente es la más moderna, no obstante de su remota antigüedad, y la que de un salto se ha colocado sobre la teología y la filosofía, abarcando todo lo sabido y por saber. Pasan de quinientas tal vez las academias diablescas que a estas horas se han fundado en España, cuando Krause con el difunto Sanz del Rio (q. e. p. d.) y el señor Salmerón con todos los discípulos aprovechados de la Universidad central no han conseguido fundar ni media docena. En medio de esta sociedad olvidada de Dios y de sí misma, y encharcada en la materia aparte de las alcabalas de los motines, los espíritus tienen sus bibliotecas, sus revistas , sus médicos, sus abogados, sus damas, sus industriales de toda laya, para todos los gustos y necesidades de la vida. Es cosa que en verdad asombra. Pero meditándolo bien, y recordando que
- El diablo es sutil
y que,
-El malo todo lo malo ordenay que,
-El diablo todo lo añascay que,
-El diablo no duermese explican perfectamente infinidad de cosas, que de otra manera no podríamos explicarnos. Va de retro: no sea que luego viniese Covarrubias a decirme que "el término diablo traen en boca algunos desalmados, por tenerle en el corazón, y que es el bordoncillo de cuanto hablan."
Véanse algunos pasajes del Quijote en que Cervantes le da vueltas a la verdad del adagio, o lo que sea, con la oportunidad que acostumbra. "También la hallé yo (la maleta), respondió el cabrero, mas nunca la quise alzar ni llegar a ella, temeroso de algún desmán y de que no me la pidiesen de hurto: que es el diablo sotil, y debajo de los pies se levanta al hombre cosa donde tropiece y caya, sin saber cómo ni cómo no."
- "Quién sabe si el diablo, que es sutil y mañoso, querrá engañarme ahora con una dueña, lo que no ha podido con emperatrices, reinas, duquesas, marquesas ni condesas" - "El malo que todo lo malo ordena, y los muchachos que son más malos que el malo, dos dellos traviesos y atrevidos se entraron por toda la gente, y alzando el uno de la cola del rucio, y el otro la de Rocinante, les pusieron y encajaron sendos manojos de aliagas."- "Ordenaron pues la suerte y el diablo, que no todas las veces duerme, que andaban por aquel valle paciendo una manada de hacas galicianas de unos arrieros Yangüeses."
-"Los criados de don Luis aguardaban el fin de la plática del Oidor, y la resolución de su amo, cuando el demonio, que no duerme, ordenó que en aquel mesmo punto entró en la venta el barbero ¿A quien don Quijote quitó el yelmo de Mambrino." -"Así que, yendo y viniendo días, el diablo que no duerme y todo lo añasca, hizo de manera que el amor que el pastor tenia a su pastora se volviese en omecillo y mala voluntad."
Son muchísimos los refranes en que el diablo toma una parte muy activa, bien que los más de ellos ninguna relación tienen con la materia de esta sección. Aun cuando no vengan del todo a pelo, por su antigüedad acreditada merecen un recuerdo los siguientes :
-El demonio a los suyos quiere.-El diablo no es puerco, y gruñe.