Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber." (vs. 7) Y la mujer samaritana le dijo: "¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque los judíos no tratan con los samaritanos." -vs. 9
Respondió Jesús y le dijo: "Si conocieses el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías a él, y él te daría agua viva."
[...] "Cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed (vs.13); mas el que bebiere del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que brote para la vida eterna" (vs.13).