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El diapiro de poza de la sal

Por Pinceladasdeunamicroviajera @microviajera
EL DIAPIRO DE POZA DE LA SAL

Poza de la Sal es una villa situada en la comarca de Bureba, provincia de Burgos. Junto a los municipios de Oña y Frías conforma la mancomunidad Raíces de Castilla. Foto: Sara Gordón

Hoy quiero hablar de un lugar que me impresionó por toda la historia que aprendí y porque, como ya sabéis los que habéis leído otras entradas, me encanta saber el pasado geológico de los sitios que visito y aquí por primera vez descubrí in situ y con unas explicaciones fascinantes, un proceso geológico que desconocía. Adentrarte en el pasado de un paisaje es navegar por millones de años congelados en señales que normalmente no sabemos leer, disfruto conociendo estos datos porque me dan una idea de la longevidad de la tierra y del tiempo.

EL DIAPIRO DE POZA DE LA SAL

Vistas desde lo alto de la fortaleza. Foto: Sara Gordón.

Quiero que conozcáis el diapiro de Poza de la Sal, un pequeño pueblo de Burgos muy conocido por ser el lugar donde nació Félix Rodríguez de la Fuente. Voy a intentar explicar fácilmente, (de acuerdo a lo que yo entendí, sin ser experta) resumiendo millones y millones de años en un párrafo, en que consiste este proceso. Hace más de 200 millones de años este paisaje era el fondo del mar Thetis (el mismo mar de la Ciudad Encantada), con el calentamiento global el agua comenzó a evaporarse y la sal se precipitó al fondo. El tiempo siguió su curso y nuevas capas de sedimentos fueron posándose sobre la capa de sal pero ésta al ser menos densa que el resto subió a la superficie. El resultado es algo así como un volcán de sal y dentro del cráter, perfectamente visible y de un radio de 2.5 km, encontramos las salinas que han dado prosperidad a esta tierra durante muchos años.

EL DIAPIRO DE POZA DE LA SAL

Las rocas puntiagudas al lado izquierda constituyen el centro del diapiro. Foto: Sara Gordón.

Bueno pues resulta que este proceso geológico es bastante raro y que, además, en concreto el de Poza de la Sal, debido a su configuración y tamaño es uno de los más interesante de toda Europa. Esta larga y lenta historia de la Tierra, como siempre suele ocurrir, está directamente relacionada con la población y el desarrollo de esta zona. Se conoce que en época romana ya se extraía sal pero tenemos un conocimiento más detallado de la importancia de la producción del mineral de Poza de la Sal cuando llegamos a la Edad Media. Tan trascendente era este yacimiento que la Corona siempre tuvo propiedades en la salinas, y este aspecto se unió al monopolio sobre la venta de sal establecido por Felipe II en 1564 que perduró hasta 1868, momento en el que cae la monarquía de los Borbones. En los años 70 se abandonó completamente la extracción de sal debido principalmente a sistemas de explotación salinera más rentables ubicados en las costas.

EL DIAPIRO DE POZA DE LA SAL

En el año 2001 las salinas fueron declaradas “Bien de Interés Cultural” y se empezó su recuperación para uso turístico. Se abrió un centro de interpretación sobre la sal en la antigua Casa de administración de las Salinas Reales en el 2003 y se recuperaron algunas eras y depósitos de salmuera para divulgación cultural. Foto: Sara Gordón

A su vez el trabajo en las salinas marcó a la población, el trabajo del salinero era muy sacrificado y realmente debía estar todo el día pegado a las salinas observando y moviendo el agua para que el proceso fuera correcto. Los mismos habitantes eran también arrieros que se encargaban de comerciar con el producto.

Por si todo esto fuera poco la protección de las salinas debía contar con un buen castillo. La fortaleza se levanta en lo alto de un risco que no parece tan empinado desde abajo como cuando comienzas a subirlo y que tiene unas vistas impresionantes de las salinas, el diapiro y el pueblo.

EL DIAPIRO DE POZA DE LA SAL

A finales del siglo IX el conde Diego Rodríguez Porcelos repobló Poza construyendo el castillo para la defensa del nuevo territorio. Foto: Sara Gordón

EL DIAPIRO DE POZA DE LA SAL

Interior de la fortaleza. Foto: Sara Gordón

Poza de la Sal era un lugar totalmente desconocido para mi y su visita fue toda una sorpresa en la que no faltó de nada, de hecho estoy deseando volver para hacer alguna de las muchas rutas que hay en la zona. Un pequeño pueblo con una naturaleza impresionante, una historia apasionante y sin duda un lugar de aprendizaje.

EL DIAPIRO DE POZA DE LA SAL

Bosque de molinos. Foto: Sara Gordón

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