Revista Cultura y Ocio

El Diario de Athalia's

Publicado el 22 mayo 2020 por Ayaathalia @Ayashi375
La saga de Orion ha dado muchas vueltas a lo largo de los años: empezó siendo la historia de Gydeon, pero luego comenzamos a ir atrás en el tiempo, a generaciones cada vez más anteriores. Así se diseñó y escribió La Traición de Orion, que, en su momento, tenía que ser el origen de la sociedad que veíamos en Gydeon.
Pero eso de ir atrás en el tiempo es algo muy adictivo, porque seguimos retrocediendo, y así llegamos a Ilmarë, que, ahora sí que sí, es el origen de todo.
Si en Gydeon encontramos una sociedad gobernada por los sharu, en Orion está gobernada por los alithkan... pero en Ilmarë la sociedad empieza. Es decir, es en esta historia donde encontramos el principio.
Iba a ser algo bastante sencillo, muy introductorio. Contaba la historia de un grupo de náufragos que venían de las distantes tierras de Arael; eran hechiceros, y se presentaron ante los nativos, pueblos sencillos de tribus nómadas, enseñándoles agricultura, ganadería y construcción, sentando las bases de una sociedad sedentaria y mucho más avanzada.
¡Parecía tan fácil al principio!
Hoy, la historia sencilla de unos náufragos fundando un pueblo se ha convertido en cinco libros, ahí es nada. Empiezan directamente en Arael, en la preparación del viaje que los llevará a ultramar, y donde el interrogante más importante es: por qué.
Al final de ese primer libro encontramos lo que ya sabemos que llegará... el naufragio. Y a partir de ahí, a lo largo de cuatro libros, varias décadas y al menos tres generaciones, se van construyendo los cimientos de lo que, al final, se llamará Ilmarë, aunque su nombre original y completo probablemente sea Utun Ilma Ree. En lenguaje nativo, vendrá a significar "La Tierra de las Dos Sangres".
Y, repito. Iba a ser una historia sencilla. Esa historia sencilla, a día de hoy (estamos escribiendo el cuarto de los cinco libros) ha acumulado la friolera de 700 páginas, ¡y seguimos contando!

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