Siento decir que no me ha gustado. No tenía expectativas altas, medias o bajas, iba totalmente en blanco al ponerme con esta lectura, pero ha sido decepcionante. Una pena, había potencial y, para un tomo de tintes shojos que salía, habría preferido que mi reseña fuese en otro sentido.
Argumento: Chiharu es una chica muy desgraciada que vuelca sus vivencias en un diario: su enanismo que la hace parecer una niña de 12 años aunque ya tiene la mayoría de edad, su relación con su amiga lesbiana Jessy, los malos ratos que le hace pasar su violenta madre, la pérdida de su padre siendo una niña...Al menos, entre tanto drama aparece entre las páginas de su diario Matthew, el chico que le gusta. Pero el amor nunca es sencillo y también le dará motivos para llorar sus penas en letras.
Lamento que no me vaya a salir una reseña positiva dado que me gusta apoyar las obras patrias, pero no puedo mentir: no me ha gustado, le he visto más pegas que puntos favorables.Para empezar, siendo un tomo único de poco más de 120 páginas de historia, no da para mucho y le ha faltado espacio para expresar mejor los comportamientos y acciones de sus personajes. Esa brevedad juega en su contra porque hay una constante sensación de precipitación y de perdernos cosas necesarias para entenderlos.
Sin embargo, lo que lastra realmente el tomo es el exceso desmedido de drama. La vida de Chiharu no podría ser más dura. En serio, la lista de problemas a los que debe hacer frente es excesivamente larga. Es un tomo que casi da ganas de cortarse las venas. Supongo que sería la intención original de la autora, dar una historia de estas características, pero a mí me ha desbordado que haya momentos de drama por el drama.
Y, ya el desenlace [SPOILER] es demasiado perfecto y feliz: milagrosamente Chiharu consigue desarrollarse y la relación con su madre se arregla a pesar de todos los malos tratos y de estar a punto de matarla en un par de ocasiones (al menos). Lo único que no acaba bien es su relación con Jessy, que desaparece de la escena pero sin que se sepa por qué [FIN DE SPOLER]. No me cuadra y ese Deux ex machina final respecto a la enfermedad de la protagonista no me lo creo.
Otro punto flojo que le veo al tomo es la narrativa. Por poner un ejemplo, la historia empieza en el presente, salta al pasado en un flashback, cosa normal, pero a la página siguiente pega otro salto aún más atrás donde la trama ya empieza de verdad. Además, ha querido tocar tantos temas para hacer la vida de Chiharu lo más dura posible que al final no desarrolla ninguno en profundidad: rechazo social, violencia familiar, homofobia, celos...Sin duda, el punto fuerte de la historia es la protagonista, que tiene una fortaleza enorme para sobrellevar todo lo que le cae encima. El problema de su personalidad es que, a pesar de esa fortaleza, es negativa, pesimista y autocompasiva hasta el punto de ser egoísta, como se demuestra cuando Jessy consigue pareja.
Por parte de Matthew me chirría el enamoramiento tan rápido. En el caso de Chiharu, al ser el primer chico que la trata con normalidad, tiene un pase, pero él... Aún así es el menor de los problemas de este tomo. Por otro lado, me sobra bastante la existencia de su novia, Rocío, que cumple el papel de arpía celosa al pie de la letra. Sin ella, la historia habría ganado fluidez y naturalidad porque no se explica que Matt esté con una chica como ella.
El estilo gráfico de la autora es muy personal y consigue una gran expresividad. Se me hace un tanto extraña la gran separación que dibuja entre nariz y boca en sus caras vistas de frente, pero salvo eso nada negativo a decir.
Mejor no me enrollo más. Creo que la historia tenía potencial que no ha explotado. Ha metido tantísimo drama y por motivos tan diversos que no saca provecho de ninguno. Y como serie de gran carga dramática me encanta LIFE, pero en esa serie se centra en el acoso escolar mientras que aquí hay un popurrí excesivo que tal vez, con otro número de páginas para contar las cosas habría funcionado, pero aquí no las tiene. Si al menos pudiese empatizar con los personajes, pero tampoco... En definitiva, que una historia tenga mucho drama no es sinónimo de que sea buena.