Alfred Rosenberg, considerado el filósofo e ideólogo del nazismo, fue uno de los colaboradores más cercanos a Adolf Hitler y el escritor del único libro que compitió en ventas con ", del mismísimo Führer. El libro de Rosenberg, "El mito del siglo XX" se publicó en 1928 y está considerado como la "biblia nazi".
Además de este libro y su trabajo en el Völkischer Beobachter, el periódico del NSDAP, escribió un diario personal que tiene una gran importancia para conocer el nazismo y el III Reich.
En su diario, que tiene su primera entrada en 1934, se puede apreciar su carencia total de empatía, su tremendo narcisismo y su extremismo político llevado a la obsesión. En sus apuntes trata temas como la religión, el exterminio de los judíos o las luchas internas dentro del partido nazi.
Sobre los judíos, escribe:
[..] el Este está llamado a resolver una cuestión a la que se enfrentan los pueblos de Europa: la cuestión judía. En el Este viven aún seis millones de judíos, aproximadamente, y esta cuestión solo podrá resolverse a través del exterminio biológico de todo el pueblo judío en Europa. La cuestión judía solo se resolverá en Alemania el día en que hasta el último judío haya abandonado el territorio alemán, y en Europa, el día en que no quede ni un solo judío más en el continente europeo, hasta los Urales.
Tambien tenia su propia visión de la religión:
Se escribiría un quinto evangelio que reflejara las verdaderas doctrinas de Jesús. Se retirarían todos esos horribles crucifijos, pues la Iglesia no fijaría su mirada en los sufrimientos de Cristo, sino en su vida heroica. El Jesús germánico era el vigoroso predicador y el hombre airado en el Templo, y sería representado como un joven esbelto, alto, rubio, de frente elevada, pues con toda probabilidad había sido ario, no judío.
Cuando habla de las peleas internas entre los jerarcas nazis, se lanza con gusto a la critica y la descalificación de sus rivales. A Goebbels, el Ministro de Propaganda, los define como el "foco de pus", y señala como este no era demasiado apreciado por la élite nazi. Precisamente sobre Hitler no hay ni una sola palabra de desaprobación, se podría decir que los comentarios hacia el Führer son más bien serviles, de autentica adoración por el líder. Anota cada muestra de favor del Führer, hasta las palmadas en el hombro.
Otro tema interesante, tratado en el diario, es el arte, y concretamente su robo cuando estuvo al frente de la Einsatzstab Reichsleiter Rosenberg, con la que saqueo colecciones de arte de los territorios ocupados. Por ello tuvo que enfrentarse a Hermann Göring, otro "amante del arte":
Las cosas que mi Einsatzstab confiscó en París son sin duda únicas, [...] mil doscientos veinticuatro cajones de libros en once vagones de tren.
El diario en si mismo tiene su historia. Se usaron en los juicios de Núremberg y desaparecieron tras la sentencia de muerte a Rosenberg, en 1946. El diario de lo había agenciado Robert Kempner, que formaba parte de la acusación de los crímenes cometidos en el Este.
Un par de investigadores intentaron obtener los documentos que tenía Kempner, sin conseguir nada. Tras su fallecimiento en 1993 y hasta 2001 todo es confuso, hasta que una parte cayó en manos del Museo Memorial del Holocausto. Parte incluso fue vendida a un comerciante de trasto viejos. Por fin en 2013, se lograron recuperar 425 páginas manuscritas. En total son 850.
Como afirman los editores del diario, quizás Rosenberg sea el líder del nacionalsocialismo que más se merezca el calificativo de "criminal por convicción". Creyó hasta el final en lo que predicaba, y llevó a la práctica lo que para él era simplemente obvio.