Revista Cultura y Ocio

Él, Diávolo, de Myriam Millán

Publicado el 09 abril 2017 por Laura Coll Rigo
Él, Diávolo, de Myriam MillánTítulo: Él, Diávolo
Autora: Myriam Millán
Publicación: 22/09/16
Género: Romántica, Misterio
Editorial: Amazon
Páginas: 364

Sinopsis:
Venecia, 1752
Jianna, una joven huérfana de dieciséis años, se ve abocada a la prostitución como única salida para sacar adelante a su humilde y numerosa familia.
Mientras tanto, un sádico asesino al que han apodado Diávolo por la brutalidad de sus crímenes, va llenando de cadáveres la Ciudad de los Canales.
Cuando los caminos de Jianna y Diávolo se crucen todo cambiará para siempre en sus vidas y en las de todos los venecianos.
Si quieres saber quién se esconde detrás de la maschera nobile, arriésgate a jugar al diabólico juego que Él ha ideado para conquistar el corazón de Jianna y el de todos los lectores que se decidan a acompañarla.
¿Puede un hombre sin rostro conquistar el corazón de una prostituta? ¿Y si ese hombre fuera un asesino sin alma? ¿La mujer más hermosa de Venecia sería capaz de redimirlo?
Opinión:
Me gustan mucho los personajes a lo Ezio Auditore esos asesinos a sangre fría que en el fondo tienen un corazoncito. Y no solo eso, también me gustan mucha las relaciones amorosas que se dan cuando uno de los dos es un asesino, porque eso da para un interesante dilema moral. Por eso, estaba muy ilusionada con esta historia, y la verdad es que empieza bien.
Sobre los personajes: Diávolo es un psicópata y Jianna una puta. No es que no me hayan gustado, es que es literal, en los dos casos. Empezaré con Jianna. Para poder alimentar a su familia, Jianna debe empezar a prostituirse por las calles de Venecia y después de ser rescatada por Diávolo, su vida "mejora" porque pasa a "trabajar" en el mejor burdel de Venecia , convirtiéndose en la prostituta más cara y deseada de la ciudad.
 He leído pocos libros en los que un burdel tenga mucha importancia. Ahora mismo, solo se me ocurre La corte de los espejos (un libro muy recomendable), pero no tenía tanta importancia como en este libro. Sobre este tema, hay dos cosas relacionadas entre sí que me han parecido curiosas. Por un lado, en el libro no se ve la prostitución como algo malo. Sí, Jianna lo hace por necesidad, para que su familia pueda comer, pero aún así, no lamenta su suerte, al contrario, le parece un trabajo estupendo, y ni siquiera intenta encontrar una forma de vida más digna.
Y aquí es cuando viene la segunda cosa curiosa: ¿y por qué debería buscar una forma de vida más digna si trabajar en un burdel ya lo es? O como mínimo, un burdel como La Serenísima. Entiendo perfectamente que a Jianna le parezca el mejor trabajo del mundo, porque así como lo pintan en la novela, lo parece: Jianna cambia sus harapos por bellos vestidos, vive una vida llena de riquezas y lujos, puede elegir (casi siempre) a sus clientes, recibe bastante dinero, sus clientes son (en su mayoría) guapos ricos y le hacen regalos, no es tratada como un objeto, sino que incluso se tienen en cuenta sus palabras, todos los hombres la tratan muy bien, como una amiga, como alguien de su familia, es admirada y envidiada,...y un largo etcétera de cosas positivas. Ajá. Un burdel del siglo XVII-XVIII. No me lo trago.
Otra cosa curiosa es que pese el oficio de Jianna y el lugar donde se desarrolla la mayor parte de la novela, no nos describe nada de su trabajo y de contenido sexual hay solo una escena que más que ser erótica es romance muy pasional. A ver, que si la autora se hubiera puesto a describir y explicar cosas sobre cómo era ser prostituta en aquella época se hubiera ido del tema, lo entiendo, pero es que nadie diría que Jianna es una prostituta, casi parece una dama de alta cuna.
Luego está lo de Diávolo, un asesino de Venecia cruel y frío, que mata por las noches a todo aquel que se cruza en su camino, sean mujeres, borrachos, nobles o mendigos, sin ninguna razón. Diávolo es un psicópata y a mí los psicópatas no me gustan a no ser que estén tratados con gran profundidad. Y no es el caso. Diávolo mata por placer, sin importarle quiénes son sus víctimas, sin planificarlo. No es un Robin Hood, es un asesino cruel  que únicamente se apiada de Jianna porque la encuentra muy hermosa ¡muy bien defendamos que el aspecto no es importante ¬¬! Y a partir de aquí empieza entre ellos dos una relación por carta y visitas esporádicas, aunque Jianna nunca ve su rostro.
 Aquí he de mencionar algo que me ha gustado y es que la novela muestra que el amor no es la cura a todos los problemas y nos convierte en mejores personas. No. Aunque Diávolo se enamora de Jianna, no deja su lado sangriento y sigue siendo un asesino. El amor no es ninguna cura, el sigue siendo un asesino. Eso me ha gustado, porque actualmente muchas novelas juveniles presentan el amor como algo ideal que soluciona todos los problemas del mundo. Eh...no.
Él, Diávolo, de Myriam Millán
Y aquí es cuando os hablo del romance. Tiene sus cosas a favor y en contra. En parte me ha gustado, por toda esa tensión sexual no resuelta, ese misterio por descubrir quién se esconde tras la máscara, la relación prohibida, el morbo de saber que Diávolo es uno de sus clientes, pero no saber quién... El problema es que el romance no se aguanta por ningún lado porque, ¿cómo se ha enamorado Jianna? No conoce el rostro de Diávolo, ni su voz y de su forma de ser solo sabe que es un asesino psicópata y que escribe cartas preciosas. Ella no le pide que deje de matar y él no deja de hacerlo. ¿Hola? ¿Qué sentido tiene esto? ¿Cómo te puedes enamorar de alguien así?
Jianna está enamorada del misterio que entraña Diávolo, sin importarle qué rostro se esconde tras la máscara ni lo que hace esa persona. Olé. Y lo peor es que se pasa toda la novela dándole vueltas al coco sobre quién es Diávolo, sin pensar que cuando lo descubra tendrá que denunciarlo o estará en peligro de ser considerada cómplice. ¡Qué va! ¡Eso no es importante! ¿Y qué dilema moral puede entrañar enamorarte de un asesino? Ninguno, obviamente, eso no es importante (?).
La trama, por otra parte, gira entrono al misterio de quién es Diávolo. La verdad es que eso sí está muy bien llevado, porque aunque tenía mis firmes sospechas desde el principio, no ha resultado ser quién yo creía. El problema es que en el fondo te da igual quién de todos los clientes es Diávolo, porque los personajes secundarios están muy desdibujados y todos me parecía que tenían un carácter y una forma de ser muy parecida. Si ahora mismo me los pusieran delante, no sabría deciros quién es quién
Y luego está el tema de la familia de Jianna, porque la autora quiere vendernos la moto de que todo lo hace por su familia bla-bla-bla y luego no va a visitarlos en toda la novela. Incluso el dinero se lo envía con un recadero. Y lo de su hermano al final, eso no hay quién se lo trague¬¬
Y por último, el estilo narrativo tampoco me ha terminado de convencer. La novela está narrada a tres voces: Jianna, Diávolo y una tercera persona. Las partes de Diávolo, escuetas y concisas me han gustado mucho, pero lo de que se turne la primera y la tercera persona eso no, es como si la autora estuviera indecisa. O lo uno o lo otro, las dos cosas no, porque el lector se hace un lío y no queda nada bien.
Tras echar un vistazo a la reseña me doy cuenta de que parece que solo le encuentro puntos negativos y que no me ha gustado nada. Tampoco es eso. La historia no es original, pero está bien, especialmente porque consigue mantener el misterio. Los personajes son interesantes, aunque los secundarios dejan que desear. La historia de amor es apasionada y adictiva, pese a que no tenga ningún tipo de base sólida ni sea creíble. En general es una novela entretenida, pero mejorable.
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