Respuesta: Pregunta que lleva casi dos años de atraso... verguenza. Vamos allá, primero con una semblanza del santo:
San Pedro de Verona, protomártir dominico, inquisidor. 6, 29 y 30 (en Canarias y otros sitios) de abril, y 4 de junio (traslación de las reliquias).
San Pedro Mártir.
Iglesia de Graja de Campalbo.
Cortesía de P. Estecha
En fin, que fue a la Universidad de Bolonia a estudiar, donde a los 16 años conoció a Santo Domingo de Guzmán (8 de agosto, memoria; 24 de mayo, invención y traslación de las reliquias, y 15 de septiembre, Santo Domingo "in Soriano") y su obra misional entre los herejes. Y pidió el hábito, despreciando una carrera en leyes. De inmediato, ordenado sacerdote, comenzó la misión de la Orden: alabar, bendecir y predicar. Milán y Venecia fueron testigos de su palabras y prodigios, entre 1232 y 1234. En la primera de estas ciudades fundó el convento de San Pedro. Fue llamado a ser prior del convento de Asti, luego del de Piaceza, donde siempre fue ejemplo para sus religiosos.
Se preocupó por la catequesis de los fieles, por propagar la devoción a la Virgen María y al rosario, para lo que fundó cofradías de laicos, en los que se aprendía la doctrina católica, los modos de oración y se rogaba por la Iglesia. No solo predicó contra los herejes, sino contra los católicos tibios, que lo eran solo de palabra y no de obra. Durante toda su vida también predicó en Florencia, Génova, Roma y Como, logrando siempre grandes conversiones por su palabra y milagros patentes. En Florencia conoció y fue director espiritual de los Siete Santos Fundadores de los Servitas (17 de febrero). Fue versado en la Biblia y la Teología; era un fraile orante, penitente y caritativo.
Prodigios no faltan en su vida, como apunté, para muestra, dos: Un día, estando en su celda dominicana, tiene una aparición de las mártires Santa Inés (21 y 28 de enero), Santa Cecilia (22 y 24, Iglesia Bizantina, de noviembre) y Santa Catalina de Alejandría (24, Iglesia Oriental, y 25 de noviembre) que hablan con él. Otros frailes oyen el diálogo y entendiendo que viola la clausura y recibe mujeres, le acusan al prior, que le castiga a una prisión de un convento de Ancona. Calla Pedro y confía en Dios, hasta que un día, cansado de aquel castigo injusto, clamó ante Cristo crucificado: "¡Qué he hecho yo, bien mío, para que me traten así!" A lo que le respondió Cristo: "¡Y yo, Pedro, qué hice para que me pusiesen aquí!''. Y nunca más se quejó, y al ser liberado y reconocida su inocencia, antes bien buscaba el desprecio y los trabajos por Cristo. Otra vez, estando predicando en una plaza de Florencia, el demonio pretendió interrumpirle en forma de caballo negro. Desbocado se lanzó contra el santo, que haciendo la señal de la cruz, le hizo desaparecer. Algo parecido se lee de San Vicente Ferrer (5 de abril y segundo lunes de Pascua en Valencia) mientras predicaba en Murcia.
Martirio de San Pedro
y el Beato Domingo.
El cuerpo de San Pedro fue llevado a la iglesia de los dominicos de Milán, San Eustorgio, donde fue enterrado como mártir y venerado desde el primer momento. Los milagros y testimonios se sucedieron rápidamente, lo que llevó a Inocencio IV a canonizarle, el 9 de marzo de 1253. Aunque el principal milagro fue la conversión de su asesino, que estando en la cárcel para ser ajusticiado, pidió a San Pedro Mártir le perdonara y le diera la libertad. Por milagro, las puertas de la prisión se abrieron y Pedro de Balsamo salió libre, y se fue a Roma, a pedir el perdón al Papa. Al llegar a Forli, enfermó gravemente y se fue al convento dominico, reveló quien era y lo que le había pasado. Prometió a San Pedro Mártir que si le libraba de la enfermedad, tomaría el hábito. Así ocurrió, tomó el hábito con el nombre de Carino, e hizo penitencia toda su vida. Antes de morir en 1293, pidió que su cuerpo fuera arrojado con los cadáveres de los impíos y ajusticiados, por no ser digno de sepulcro entre religiosos santos. Así lo hicieron, pero comenzaron a ocurrir tantos milagros, que se trasladaron sus reliquias, y la Orden le celebraba como Beato Carino de Balsamo (7 de abril).
La memoria litúrgica de San Pedro Mártir se celebró primero a 29 de abril, pero pasó al 6 del mismo mes cuando Santa Catalina de Siena (1, impresión de las llagas, y 29 de abril) ocupó este día, al ser "echada" del 30 de abril por San Pío V, que venía del 5 de mayo. Y aunque el martirologio romano lo pone a 6 de abril, el calendario dominico lo celebra a 4 de junio, memoria de la traslación de sus reliquias. En fin, un batiburrillo. Aún así, su memoria sigue siendo a 6 ó 29 de abril en muchos sitios de España, Italia, Francia y América donde se le tiene devoción.
Fuentes:
-"Sacro Diario Dominicano". P. FRANCISCO VIDAL O.P. Valencia, 1747.
-"Compendio histórico de las vidas de los Santos canonizados y beatificados del Sagrado Orden de Predicadores". FR. MANUEL AMADO. O.P. Madrid, 1829.
-"Diccionario de los Santos" C. LEONARDI, A. RICCARDI Y G. ZIARRI. Ed. San Pablo. Madrid, 2000.