El enfoque: eliminar Diputaciones, Senado, la mitad de las atribuciones de las autonomías y las tres cuartas partes de los más de 400.000 políticos “oficiales” que viven de la Administración, etc… Con eso, disminución de impuestos, levantamiento de cargas burocráticas, y un país liberado de frenos con lo que alcanzaría resultados sorprendentes en un solo ejercicio. Y llama la atención como la política va en contra de lo que la lógica dicta. Apretar a los que producen, para mantener la desmesura de la Administración solo con algunos retoques estéticos justificativos, es llenar la calle de disconformes, por mucho que esto se intente evitar y controlar.
El problema ¿qué hacemos con esos dos millones de personas que viven de una forma u otra del presupuesto que suman poco y restan mucho? ¿A qué les dedicamos? Bueno, pero eso tampoco es difícil, se les dota de un paro generoso y se les manda a casa. Solo con eso, los ahorros generados permitirían invertir en calificarles. O mejor, se subvenciona su incorporación a la economía productiva, hay muy buenos profesionales entre esos dos millones. Por ejemplo se les manda a trabajar a una empresa privada, y se les paga el sueldo durante dos años. En ese tiempo, seguro que se reciclan y ayudan a crear riqueza, en vez de frenarla.
¿Que por qué no se hace? Pues porque ningún gobernante atenta contra su base de poder. Por ejemplo, y sin que sea el caso, los dictadores militares jamás disminuyen el presupuesto del ejército, aunque ese ejercito esté hundiendo el país y sea innecesaria para cualquier otro fin que no sea controlar la población civil. Vamos, Siria o Libia sin ir demasiado lejos. Franco, por su lado, maltrató presupuestariamente al ejercito (el ejercito español bajo Franco estaba muy mal dotado de medios, en contra de lo que se piensa), pero nunca a la policía. Tenia claro que es lo que le mantenía.
Esos dos millones de personas son el centro del problema. Si el país logra recuperarles para la función productiva, será bueno para todos y especialmente para ellos. Pero si no se les da una salida clara, pueden derrumbar un gobierno en meses. Tienen los recursos y la experiencia necesaria para ello.
Es un dilema. Si no se hace, nos vamos a pique. Si se hace, pero mal, lo echan a pique. Y esperar que las cosas se solucionen y no haya necesidad de hacer nada de eso, porque vuelvan los buenos tiempos…pues
me temo que esa no es la solución del problema.