Revista Coaching

¿El dinero nos motiva realmente?

Por Planemprendedorweb

Vivimos permanentemente rodeados de noticias que destacan el éxito; nos conmueven las historias de personas que se hicieron de la nada y ahora yacen en la cima. Vemos por televisión, con asombro programas que describen con lujo de detalles la azarosa vida de los ricos y famosos.

La otra cara de la moneda, la apreciamos cuando leemos en las tapas de los diarios y revistas titulares sobre “estrellas” que cayeron en profundas depresiones, drogas, delitos, etc. víctimas de la fama y el poder.

La presión por mantener un estatus social obliga a algunas personas a asumir riesgos y pasivos que se tornan, en muchos casos, inmanejables. Podríamos decir que el dinero es el principal elemento motivador en las personas, sin embargo los resultados de encuestas realizadas a trabajadores de empresas importantes, ubican los sueldos de los empleados nada menos que en el quinto lugar. Le otorgan más importancia a factores de motivación tales como: el aprecio por el trabajo realizado, sentirse parte de las actividades, el apoyo a los problemas personales y la seguridad en el trabajo.

El dinero genera diversas situaciones y no necesariamente relacionadas con la felicidad. Por el contrario puede despertar envidias, rencores en la familia, en el trabajo. Casi a diario podemos observar casos de familias que se destruyen por disputas patrimoniales. Vivimos comparándonos permanentemente; con el vecino, con el compañero de trabajo… ¿No han escuchado acaso comentarios como estos? “La esposa le dice al esposo, ¿Te has dado cuenta que nuestra vecina tiene un auto del año?… ¿y yo cuándo? o los hijos presionando a los padres porque en su colegio sus compañeros reciben más propina. No es mi intención definir el dinero como sinónimo de conflicto. Es innegable reconocer que el mundo se mueve con dinero… pero creer que es lo más importante, es otra cosa… sino que lo digan los famosos.

El dinero es y seguirá siendo un medio para obtener cosas materiales, el problema se genera cuando lo ubicamos como el fin de todas nuestras acciones, como el causante de la felicidad o la desdicha. Según lo explica Juan Antonio Pérez López en su teoría de la motivación, el dinero solo satisface las necesidades del cuerpo (comida, vestido, higiene) se relaciona con el TENER… la pregunta es: TENER ¿para qué? Una persona puede comprarse cinco casas pero solo puede habitar en una de ellas, puede llenar un closet de ropa pero solo posee un cuerpo para ponerse una a la vez, puede llenar la cochera de autos de lujo (como lo hacen muchos futbolistas y estrellas de la TV) y conducir solo uno. Podemos comprar toda la comida del mundo pero tenemos un estomago con capacidad limitada. Por ello se puede explicar porque muchos a pesar de tener dinero para disfrutar de lujos y comprar “medio mundo” se sienten solitarios … saben ¿Por qué? Porque el dinero satisface el cuerpo, pero no el alma. ¿De que te serviría tener todo esto, si tienes un hijo que es infeliz en su matrimonio?

El dinero puede ayudar y mucho, si se tiene claro para que se utiliza. Por supuesto que tenemos derecho a disfrutar de nuestro esfuerzo y vivir experiencias inolvidables, no obstante puede servir también como medio para satisfacer otras de las dimensiones de la persona: la inteligencia. Por ello es recomendable leer un buen libro, compartir foros, capacitarse de manera continua. El estar bien preparados nos posibilitará generar mayores ingresos económicos (primero es SABER luego HACER), adquirir mayor seguridad en lo que hagamos… en suma ser más eficientes.

Hemos hecho mención al cuerpo y la inteligencia… pero las personas somos más que eso, claro está. Poseemos el don más preciado llamado Libertad, que no es lo mismo que independencia. Cuando digo libertad, me refiero a esa capacidad que tienen las personas para tomar decisiones… de asumir las consecuencias y no andar buscando culpables para sentirse mejor. Cada uno es libre de elegir el camino que consideren más apropiado para su vida, de aprender en cada “caída” y tener el valor de levantarse una y otra vez. Bien lo explica el Doctor Viktor Frankl, el creador de la logoterapia, cuando narra las desgarradoras historias en los campos de concentración de Auschwitz, en plena segunda guerra mundial. Señala que una persona era capaz de resistir cualquier maltrato físico, presión psicológica… pero nadie podía cambiar su forma de pensar ni el deseo de seguir viviendo… en momentos como esos, la esperanza de reencontrarse con la esposa, los hijos, terminar un proyecto inconcluso (como era su caso)…los mantuvo vivos.

Decíamos que somos cuerpo, inteligencia pero también voluntad. No es extraño ver personas dotadas de un alto cociente intelectual, que se quedan “en medio del camino” precisamente por falta de voluntad. Los padres luchamos y a veces nos desesperamos cuando tenemos un hijo “inteligente” pero “flojo” a la vez y nos cuesta mucho revertir esa situación…. por lo general decimos: ¡Que desperdicio, no se da cuenta lo que tiene, que va a ser de su vida! … y es que la voluntad le pone pies a la inteligencia. Pérez López afirma que el motivo se hace más fuerte cuando se trata de servir a otra persona (motivos trascendentes) sino piensen piensen en las madres que se levantan a medianoche para atender a su bebé, venciendo al cansancio o cuando un cliente necesita de su ayuda para solucionar un problema.

La verdadera motivación no se encuentra en las cosas materiales, procede de nuestro interior, no se impone, hay formas de inducir a alguien a que haga algo: darle buenos motivos que despierten el deseo de hacerlo. Según lo expresa Luca Guidarelli, “La verdadera motivación no se impone, para motivar hay que centrarse en los deseos y en las emociones y el instrumento para llevarlo a cabo es la implicación en los objetivos, los sueños, es la misión de la empresa”.

Seguiremos hablando del dinero y su impacto en la motivación de las personas. Es un tema que siempre genera controversias…los que tienen fama, poder y dinero darían un minuto de su vida por poder caminar libremente por las calles, sin que nadie vulnere su privacidad, sin tener un séquito de guardaespaldas, mientras tanto los que no gozan de esos privilegios, darían un minuto de su vida por andar en un coche de lujo, navegar en un crucero o aparecer en primera plana… ¿Qué opina usted?

Hasta la próxima!


Por: Martín Alcandré Payat


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