Revista Cocina

El dióxido de carbono como aditivo de bebidas y alimentos industriales.

Por Mamucer @MarinaMunozC

El dióxido de carbono como aditivo de bebidas y alimentos industriales.

– Marina Muñoz Cervera –

La industria alimentaria utiliza el dióxido de carbono como gasificante de bebidas, entre otros muchos productos.

El dióxido de carbono es un gas presente en la atmósfera y uno de los principales responsables del efecto invernadero, debido a su emisión a partir de combustiones controladas, incendios forestales, etc. Si unimos lo anterior, a una disminución de los bosques que lo absorben, este gas se acumula en las capas altas atmosféricas.

Es un gas incoloro e inodoro formado por un átomo de carbono unido a dos de oxígeno. Es más denso que el aire y es soluble en agua en una proporción de 0,9 de volumen de gas por volumen de agua a 20ºC. El dióxido de carbono es utilizado por las plantas y árboles en el proceso de fotosíntesis.

Este gas se utiliza como aditivo gasificante en multitud de productos industriales. Y a diferencia de los gases de envasado, que se incluyen en el envase del comestible antes o durante su envasado, los gasificantes se introducen en el alimento, es decir, se incluye el dióxido de carbono dentro del alimento o producto industrial.

Además de como gasificante, este gas se utiliza como espumante, formando parte de los gases de envasado, propulsor y conservador. También, se emplea como agente de congelación y solvente de extracción.

El dióxido de carbono como aditivo ¿es seguro?

El Comité de Expertos sobre Aditivos y Contaminantes Alimentarios de la OMS y la FAO (JECFA) evaluó el dióxido de carbono en el año 1985 y no especifica una Ingesta Diaria Admisible (IDA) para este gas en su uso como aditivo.

Por tanto, el dióxido de carbono se considera una sustancia de muy baja toxicidad, cuya ingestión alimentaria total derivada de su presencia en los alimentos ultraprocesados y bebidas, no representa un riesgo para la salud, teniendo en cuenta los datos toxicológicos, bioquímicos y de otra índole evaluados por la JECFA.

¿En que productos alimentarios podemos encontrar dióxido de carbono?

Según nos indica el Codex Alimentarius, este gas está aprobado para su presencia en los siguientes grupos de productos:

– Alimentos complementarios para lactantes y niños pequeños.
– Café, sucedáneos de café, infusiones de hierbas y otras bebidas calientes a base de hierbas y granos, excluido el cacao.
– Concentrados de néctares y zumos de frutas.
– Frutas frescas peladas y/o cortadas.
– Fórmulas para lactantes.
– Fórmulas para usos especiales destinados a lactantes.
– Leches fermentadas tratadas térmicamente después de la fermentación.
– Natas y cremas esterilizadas, UHT, para batir, de contenido graso reducido.
– Néctares de frutas.
– Pastas, fideos y productos análogos.
– Vinos de uva.
– Zumos de frutas.

Además de en los alimentos anteriores, este aditivo está aprobado, bajo las condiciones de Buenas Prácticas de Fabricación, en multitud de productos distintos, como por ejemplo, conservas vegetales, de pescado, aditivos y condimentos, bebidas gaseosas diversas como las energizantes, cervezas, sidra, etc.

Aunque el dióxido de carbono como aditivo se considera inocuo para la salud humana, el abuso de productos que lo contengan suele producir meteorismo intestinal por exceso en el consumo de gases, ya sea procedente de bebidas o de productos diversos envasados. La presencia normal de gases en el intestino puede verse aumentada y dar lugar a dolor abdominal de leve a severo y al entorpecimiento de nuestras funciones intestinales normales.

Entrada relacionada:

El uso responsable de los aditivos en la alimentación.

Fuente:

Codex Alimentarius. “GSFA online”. Actualizado hasta la 39ª Reunión de la Comisión del Codex Alimentarius 2016.

Imagen:

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El dióxido de carbono como aditivo de bebidas y alimentos industriales.

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