Revista Historia

El disparate urbanístico de las modernistas Casas Baratas de L'Hospitalet

Por Ireneu @ireneuc

La Rambla de Just Oliveras es, pese a encontrarse en un extremo del barrio del Centre, el gran bulevar que vertebra la vida social de . En ella, el turista que haya sido capaz de superar la expectativa de "suburbio sin ley" transmitido hasta la nausea por los medios y se haya atrevido a visitarla, se sorprenderá de encontrar un acogedor paseo que mezcla, sin solución de continuidad, desde casas señoriales de principios del siglo XX a colmenas residenciales fruto de la especulación urbanística más salvaje. Y es que, aunque no lo parezca, Hospitalet tiene mucho que enseñar, aunque no se puede negar que también lo tiene para esconder. De hecho, nada más salir a la rambla por la boca del metro de la estación de Rambla Just Oliveras de la Línea 1, nos daremos de bruces con un zarrapastro urbanístico cuya foto es la viva imagen del alma de esta ciudad: me refiero a las Casas Baratas de Puig i Gairalt.

Tal como salimos del metro por la salida de la Rambla Just Oliveras, a la derecha, no le costará mucho distinguir, encastradas entre edificios grandes, un par de curiosas casas adosadas de planta baja y dos pisos que, construidas en tocho y con tejados a doble vertiente, tienen un aire ciertamente particular. No es para menos, porque ese par de casitas, construidas en un estilo modernista que recuerda vagamente a unas casas de los Alpes, fueron diseñadas ni más ni menos que en 1914 por el arte creativo del genial arquitecto hospitalense Ramón Puig i Gairalt; arquitecto municipal que construyó una gran cantidad de edificios emblemáticos en la ciudad ( ver El pionero pero olvidado Rascacielos de L'Hospitalet) durante sus años como arquitecto municipal. Lo más gracioso del asunto es que estas dos casas, conocidas como las " Casas Baratas", en su origen eran tres... ¿y donde está la tercera? Pues no la busque, porque se encontraba en el solar que levanta hoy en día un horroroso mostrenco de 118 m2 de planta y nueve pisos de altura en la esquina con la calle Parral. ¡Ole su papo moreno!

El origen de las Casas Baratas lo hemos de buscar a principios de la década de 1910 cuando, con la intención de mejorar las terribles condiciones de vida de los trabajadores ( ver La trágica semana en que las momias bailaron con los obreros) el gobierno de José Canalejas promulga la Ley de Fomento de las Casas Baratas. Esta ley será sancionada (aprobada, vamos) por el rey Alfonso XIII el 12 de junio de 1911, y con ella se intentará crear un parque de casas a precios asequibles y bien comunicadas -para no perder el tiempo en desplazarse al trabajo- que diesen servicio a las capas menos pudientes de la sociedad. Así las cosas, aprovechando el desarrollo urbanístico del entorno de la Rambla Just Oliveras, en 1914, el arquitecto recién licenciado Ramon Puig i Gairalt diseñará para la parte alta de la rambla un conjunto de 3 casas adosadas que se adaptasen al espíritu de esta normativa.

Gairalt, preocupado por aunar las tendencias estéticas arquitectónicas, las necesidades de vivienda de la población y un precio competitivo (la idea del ayuntamiento de Hospitalet era la construcción de 200 casas en forma de ciudad jardín que dieran servicio a la creciente población de la ciudad), decidió construir sus " casas baratas" con materiales económicos para la época. Ello implicaba el uso del tocho en vez de la piedra, la madera, así como de losetas asfálticas en vez de las socorridas tejas de toda la vida, aunque sin olvidar el aspecto humano de la edificación, por lo que el estilo -según su opinión- tenía que ser sencillo, pero alegre a la vez.

De esta forma, entre 1914 y 1915 e inspirado en el movimiento Secesionista Vienés (estilo modernista que había aprendido durante una estancia en Viena) Puig i Gairalt construirá, en el solar del número 77 al 81 de la Rambla, tres casas de 112,5 m2 de superficie cada una. Edificaciones que, aprovechando al máximo el solar disponible para reducir costes, dispondrán de planta baja, piso con tres habitaciones, desván, lavabo y cocina y que, si bien tendrán todas el mismo estilo, destacarán por ser las tres diferentes entre si. Todo ello encarado a hacer unas viviendas económicas pero con personalidad, integradas estéticamente en el nuevo paseo que se estaba desarrollando desde 1910. Las " Casas Baratas " de Puig i Gairalt fueron un éxito, no obstante, la convulsa realidad política española posterior y la explosión demográfica de la ciudad, enviaron al garete cualquier planificación urbanística de L'Hospitalet hecha con dos dedos de frente.

Así las cosas, a mediados del siglo XX, la ciudad había pasado de los 10.000 habitantes escasos que había cuando se construyeron las " Casas Baratas" a los 123.000 en 1960. Ello significaba una presión tremenda para construir nueva vivienda, con la que acoger la cada vez mayor cantidad de gente que llegaba a Hospitalet de todas las partes de España. Circunstancia que dio alas a la corrupción y a la especulación más bestia del consistorio franquista ( ver La Talaia de L'Hospitalet, el símbolo inerte de una ciudad iconoclasta), aprovechando la manga ancha para con las inmobiliarias, la falta de escrúpulos de políticos, propietarios y constructores, así como la total ausencia de cualquier planificación urbanística.

Esta situación, que hacía que cada palmo de terreno disponible fuera convertido en pisos en busca del negocio fácil ( ver La Riera dels Frares, la inadvertida riera saltarina de L'Hospitalet), hizo que la tercera "casa barata" (la esquinera con la calle Parral) se derribara sin ningún miramiento, aunque se especula que pudiera verse afectada por un incendio de una fábrica que ocupaba el nº 83 de la Rambla, si bien no hay documentación al respecto. Sea como sea, ello implicó que, allí donde antes había una residencia unifamiliar, en 1963 se levantara un antiestético y estrechísimo bloque de 16 viviendas y un local comercial. Y es que la lata de sardinas se había convertido en el referente arquitectónico de la ciudad de L'Hospitalet; un referente que, desgraciadamente, no nos ha abandonado desde entonces.

En la actualidad, las " Casas Baratas" supervivientes a la piqueta están catalogadas como Bien Cultural de Interés Local e integradas dentro del Plan Especial de Protección del Patrimonio Arquitectónico ( PEPPA) de L'Hospitalet. Exigua protección jurídica que, conocidas las tendencias patrimonicidas de nuestro "querido" Ayuntamiento desde hace decenios ( ver La larvada guerra fría de los "corralons" de la calle Xipreret) y los ejemplos reiterados de dejadez -cuando no de eliminación pura y dura- del patrimonio de la ciudad, no deja de ser más que una forma demasiado frágil de mantener la riqueza histórica hospitalense para las generaciones que nos precedan.


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