El Ministerio de Asuntos Exteriores ha tardado menos de 24 horas en sacar un comunicado donde critica el ataque armado contra una isla surcoreana por parte de Corea del Norte.
Resulta cuanto menos curioso la eficacia de los servicios de inteligencia españoles por esos lares, cuando en montañas más cercanas está ocurriendo algo que la Ministra de Asuntos Exteriores desconoce y precisa de un informe claro e independiente y de la información que Marruecos le entregue para poder condenar esos hechos.
Siempre me ha parecido mal el doble rasero, titubear en la reacción teniendo en cuenta quién es el responsable me parece una debilidad. Si para criticar ataques contra los derechos humanos no es posible contra países con los que tenemos muchos intereses económicos, llámese pesca, empresas, o lo que sea o intereses de seguridad: inmigración, tráfico, entonces este modelo de democracia no me interesa. Porque tenemos en cuenta quién lo hace y no qué es lo que hace. Ponemos los intereses por encima de las personas y yo pienso que la política es priorizar por las personas. Otras cosas sabrán que son en el Ministerio de Asuntos Exteriores.