Hacía semanas que no leía un thriller. Gracias a la invitación de la editorial (Reservoir Books/ Me gusta leer) para conocer a su autora, Sandrine Destombes, he vuelto a uno de mis géneros favoritos (y uno de los grandes olvidados en los clubes de lectura). Tengo que reconocer que no es la mejor novela negra que he leído, pero es que cuando lees a Pierre Lemeitre, ya nada vuelve a ser igual. Aún así, cumple su función y entretiene.
Verano de 1989. Piolenc, Francia. Dos mellizos, Solène y Raphaël Lessage, desaparecen. Casi tres meses después se encuentra el cadáver de la niña con un vestido blanco y una corona de flores en la cabeza. El niño nunca aparece y el caso se cierra en falso, sin culpables. Verano de 2018. En el mismo pueblo francés desaparecen otros niños y aparecen nuevas pistas que ponen en el punto de mira de la policía, posibles culpables. Además, llegan mensajes enigmáticos firmados por Solène y Raphaël.
Este es el punto de partida de 'El doble secreto de la familia Lessage', una novela con una gran trama principal en la que hay muertes, desaparecidos, posibles culpables y secretos... Muchos secretos.
Sandrine Destombes ha conseguido crear una atmósfera asfixiante y a unos personajes que tienen mucho que ocultar. Es una novela ágil, rápida, en la que se mezclan los hechos del pasado y del presente de una manera muy natural, sin grandes saltos ni movimientos bruscos. La autora juega (y lo hace muy bien) con la psicología de unos personajes que están hechos a la medida de la narración, de lo que quiere contar.
Sin embargo, a pesar de los protagonistas, de la atmósfera y de que es un libro que creo que está muy bien escrito, hay algo que no me ha terminado de provocar esa desazón, esa necesidad de estar todo el día enganchada a la historia. Puede ser que estuviera buscando la trampa, que me haya convertido en una lectora más exigente o que el argumento a veces me haya parecido una película de sobremesa.
Valoración Goodreads: ⭐⭐⭐