El Dolor como una Enfermedad

En octubre de 2017 la Organización Mundial de la Salud calificó el dolor crónico, como una enfermedad y su tratamiento, un derecho humano, desde entonces, cada vez los médicos tenemos un creciente interés y preocupación por el correcto manejo del dolor, pero aún queda mucho camino por avanzar.

Todos los pacientes con dolor crónico deben ser tratados pero se estima que el 80 % de la población mundial con dolor moderado o intenso no tienen acceso al tratamiento del dolor. Además, todo indica que estos datos se irán incrementando con el paso de los años debido al aumento de la esperanza de vida y los hábitos poco saludables como esfuerzos mal realizados o las posturas incorrectas.

Una de las  limitaciones para el tratamiento del dolor es buscar una causa que tal vez sea evidente pero quizás no exista, ya que el dolor es la enfermedad. Por ello, hay que enfocarse es en cómo mejorar la vida del paciente. 

El enfoque tradicional es el tratamiento con analgésicos, especialmente los opioides, pero no es realista plantear el tratamiento del dolor crónico con este tipo de fármacos por el riesgo de que el paciente desarrolle una adicción o sufra una sobredosis. Por lo tanto, el manejo de esta patología requiere un abordaje  que también incluya terapias no farmacológicas como la acupuntura, técnicas de biorretroalimentación, la estimulación eléctrica suave de nervios y/o músculos, masajes, terapia de relajación y meditación y la cirugía para tratar el dolor intenso, y especialmente cuando es causado por problemas de espalda o lesiones musculoesqueléticas graves, aunque siempre existe el riesgo al someterse a una cirugía, y no siempre funciona para tratar el dolor.