El dolor de cabeza o cefalea es un motivo de consulta muy frecuente en la edad pediátrica, tanto en Atención Primaria como en los Servicios de Urgencias.
Cuando un niño acude a nuestra consulta por dolor de cabeza, la misión principal de nosotros como médicos es principalmente diferenciar si se trata de una enfermedad benigna o si existe un proceso neurológico grave.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico, es decir, realizando una historia clínica detallada y una exploración física rigurosa. Las pruebas complementarias son muchas veces innecesarias.
Existen numerosos tipos de dolor de cabeza. Hoy os quiero hablar de la causa más frecuente de cefalea aguda recurrente en la infancia y la adolescencia: las migrañas.
¿Qué son las migrañas?
Consisten en ataques recurrentes de dolor de cabeza, de intensidad, frecuencia y duración variables. El dolor suele localizarse en un lado de la cabeza, aunque en los niños es más frecuente que sea en ambos lados. A veces se asocia también a náuseas y vómitos.
¿Qué tipos hay?
La forma más frecuente de presentación es la migraña sin aura, es decir, sin síntomas previos a la cefalea. Son ataques cuya duración oscila entre las 2 y 48 horas, de localización unilateral, pulsátil, de intensidad moderada o grave, que empeora con la actividad física habitual (subir escaleras, caminar...) y a veces también con la luz y el sonido.
Las migrañas con aura son aquellas que asocian síntomas visuales como luces, manchas o lineas parpadeantes, pérdida de la visión transitoria... Síntomas sensitivos como hormigueo, pinchazos, entumecimiento, adormecimiento... o alteraciones en el habla. Son en cualquier caso síntomas reversibles, es decir, desaparecen con el tiempo.
¿Qué complicaciones pueden aparecer?
Una de ellas es el status migrañoso, llamada así a la migraña de más de 3 días de duración a pesar de tratamiento, pudiendo haber episodios asintomáticos de duración inferior a 4 horas.
Otra complicación posible es el infarto migrañoso, que ocurre cuando uno o más síntomas del aura no desaparecen por completo en el plazo de 7 días.
¿Cual es su tratamiento?
Ante todo es necesario llevar una vida sana con una dieta equilibrada, respetando las horas de sueño y evitando el estrés, el alcohol (en adolescentes) y todo aquello que pueda desencadenar una crisis. Es útil el ejercicio físico moderado. Durante el episodio de cefalea lo recomendable es guardar reposo en un lugar tranquilo, oscuro y sin ruidos.
Cuando empieza a doler la cabeza el tratamiento farmacológico debe ser instaurado rápidamente.