Sigue…
He tardado demasiado tiempo, pero al fin estoy llegando al “solo sé que no sé nada, no soy ni tengo nada más que lo que hay en mi corazón“, como suelo afirmar a menudo! Eso es sentirse sencillo, frágil y vulnerable ante la vida, aunque con la sensación de que gran parte de lo que pasa en ella depende de mí y de mis decisiones! Pero soy humano y, aunque confío en la propia vida y en mí mismo, de vez en cuando siento miedo ante lo desconocido, como tú. Por eso, el día que me veas enajenado, complaciente y/o soberbio o resabiado contigo, será un claro síntoma de que quizás tengo miedo por algo, aunque solo sea a perderme o a perderte! No me acuses por ello, no me devuelvas la misma moneda y trátame con amor, porque querrá decir que estoy dolido o temeroso, aunque tal vez me veas expresarlo con palabras altisonantes, razonables y adecuadas! Si, en cambio, mi mirada es clara y mi voz es ténue, profunda y mis actos discretos pero contundentes, no te asustes, ten en cuenta que mi fortaleza brota del corazón… y solo podrá llegar a otro corazón, pero sin herirte!
Y por eso, aunque te parezca inaudito, todo lo que puedo hacer por ti y por amor es compartir todas mis fortalezas y debilidades y, en todo caso, invitarte a compartir las tuyas! Pero no para enseñarte camino alguno, sino para que veas que siento como tú, que tengo mis miedos y que es magnífico compartir todo eso y, sobre todo, mi superación, contigo! Además, si incluso yo puedo con ello, querrá decir que tu también puedes! Las fortalezas y debilidades nos unen a todos y son, a la vez, algo para compartir y así crecer, junto a quien amas! Recuerda que el amor verdadero a uno mismo o al otro, saca lo mejor de nosotros mismos! Si solo compartiéramos nuestros éxitos y nuestra presunta sabiduría -como nuestro mundo nos requiere-, te estaría privando de saber quién y cómo soy en verdad, qué siento… y eso no sería justo contigo, ni conmigo mismo! Además, te recuerdo que el tan buscado y cacareado éxito nos es más que lograr ser como eres, pese a las dificultades… y aprovecharlas para crecer, después del consiguiente susto! Y como dificultades siempre hay muchas y yo crezco con ellas siempre que puedo, ese éxito también es tuyo, pues me recuerdas a cada instante lo que soy, siento y, sobre todo, lo que quiero llegar a ser, contigo o gracias a tí, aún no lo sé cierto.
Te traigo un vídeo de una conferencia que habla sobre la vulnerabilidad! Extrae tus propias conclusiones… a partir de lo que te diga tu propio corazón!
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