El Dr John Gottman nació el 26 de Abril de 1942 y es mundialmente conocido por su trabajo sobre terapia familiar y de pareja, especialmente en lo que se relaciona a la estabilidad del matrimonio. En 2007 fue reconocido como uno de los diez terapeutas más influyentes del siglo. Junto a su esposa Dra. Julie Schwartz Gottman, son fundadores del Instituto Gottman y del Instituto de Investigación de las Relaciones de Pareja de Seattle. En esta nota te contamos las principales investigaciones de este doctor del amor.
La historia del Dr John Gottman
Primera investigación
En 1986 el doctor Gottman comenzó a trabajar en la Universidad del Departamento de Psicología de Washington. Allí dio inicio a una de las investigaciones más largas relacionadas con la terapia de parejas. La misma se desarrolló en el Laboratorio de Investigación de la Familia, también conocido Laboratorio del Amor (The Love Lab). ¿Muy adecuado verdad?
El estudió consistió en seleccionar parejas al azar y observarlas durante un determinado tiempo a fin de evaluar las relaciones y predecir su evolución. Se observó a las parejas mientras discutían y se analizó como se comunicaban y las características físicas de cada uno de los cónyugues. El estudio se realizó en el tiempo, es decir durante un extenso periodo, para ver en que derivaban ciertas conductas. La base de datos resultante de este proceso fue enorme.
Lo sorprendente fue que, en base a esos datos, el doctor consiguió predecir con un 91% de seguridad que parejas iban a divorciarse y llegó a una increíble conclusión: el conflicto no es el problema, sino cómo lo manejamos. En ese sentido, explicó que descargar la ira constructivamente puede permitir aclarar la situación y restablecer el equilibrio en la pareja. El conflicto sólo llega a ser un problema, explicó Gottman, cuando surge la crítica, la defensa, el desprecio y el encierro. A estas cosas él las llama Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
Por otro lado, el doctor ha demostrado una diferencia entre las parejas felices y las infelices. Las primeras utilizan cinco veces más comportamientos positivos en sus argumentos (antes que las conductas negativas). Un ejemplo sería el uso del humor para romper la tensión e intentar reparar la relación.
En esta línea, el científico explicó que las parejas infelices tiene un 35% más de posibilidad de enfermarse, e incluso tienen vidas más cortas. Las causa es que se sienten constantemente estresados física y emocionalmente, lo que influye en las funciones del sistema inmunológico aumentando las posibilidades de contraer enfermedades. Las parejas felices no sólo no enferman, sino que sus defensas son aún más altas que la media normal. Es la ventaja de vivir en armonía.
Además de este estudio, en el laboratorio se han hecho numerosas investigaciones sobre el matrimonio, las parejas de homosexuales y lesbianas, la transición a la paternidad, la violencia doméstica, la crianza y el desarrollo del niño.
Sobre la violencia
Otro estudio muy famoso del doctor fue el que trató la violencia doméstica. Es significativo porque se emplearon muchísimos instrumentos de medición y porque se trabajó con parejas con alto grado de violencia, algo nunca antes hecho.
Esta investigación fue pionera en observar altercados no violentos entre cónyugues con el objetivo de estudiar las percepciones y la sinceridad de los mismos, y en observar directamente peleas violentas donde se evaluaban las experiencias emocionales de los agresores y de las mujeres.
Del estudio participaron parejas con alto nivel de violencia, parejas sin violencia pero con insatisfacción matrimonial y matrimonios felices. En total eran 201 parejas, de ellas 63 eran parejas violentas, 33 parejas insatisfechas pero no violentas y 20 felices. Las de la primera categoría eran aquellas donde se habían dado seis o más episodios violentos de baja intensidad (empujón o bofetada), dos o más de alta intensidad (patadas y puñetazos) o uno letal (amenaza de arma).
Una variable a estudiar fue cómo iban cambiando los matrimonios violentos a lo largo del tiempo. Para ello introdujeron observadores imparciales y se emplearon instrumentos de medición subjetivos y objetivos. Uno de ellos era el Sistema Específico de Codificación de Afectos (SECA) para distinguir las emociones negativas desatadas durante la pelea. También el doctor grabó en video a las parejas interactuando en una sala, para luego analizar los diálogos, la intención de las miradas, las vocalizaciones, los intentos de influir al otro y las expresiones emocionales.
Las mismas parejas fueron citadas dos años después para comparar los datos y ver la evolución. En concreto se descubrió que la violencia no desaparece, salvo en casos aislados, y que por lo general se mantiene o hasta aumenta de intensidad. Esto tira por tierra la idea que tiene muchas esposas de que sus maridos algún día recapacitarán y dejarán de maltratarlas.
En resumen, el doctor Gottman ha demostrado que las relaciones de pareja pueden ser estudiadas y analizadas a fin de ser modificadas para bien. Todo un verdadero científico avocado al noble sentimiento del amor y ha hacer que sea más llevadero para todos nosotros el relacionarnos con el ser amado.
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